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Noam Keahi "An eternal flame"

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Noam Keahi "An eternal flame" Empty Noam Keahi "An eternal flame"

Mensaje por Noam Keahi Miér Oct 12, 2016 3:54 pm

Noam Keahi Oku Natai Me
5 de diciembre
R: 34 A: 18
Bisexual
Dragón
Roar
Mercenario





► Altura: 1.87 m
► Peso: 78 kg
► Color de ojos: Verde oliva
► Color de pelo: Rojo

Cuando menos el cuerpo en el que terminó resultó ser de lo más agradable, diiigoo… Sólo míralo, aun cuando tiene un cuerpazo y tantas cosas más en las que es imposible perderse, lo primero que uno nota es esa mirada. Ojos oliva que se enmarcan con unas pestañas pequeñas —ya era hora de que un hombre tuviera pestañas más chicas que las de una mujer—; de párpado chico y mirada serena, adorna tales elementos con unas cejas pelirrojas delgadas, aunque desearía que fuesen más gruesas.

De facciones toscas y masculinas, pero no por eso desagradables a la vista. Tiene labios gruesos y una nariz perfilada, su rostro es amplio y el mentón termina en punta. Hebras descuidadas, pelirrojas y alborotadas. Jamás se le verán en orden, porque incluso tiene una textura no muy agradable al tacto. Ha pensado en rapárselo, pero por el momento recorta las puntas cada determinado tiempo. También posee dos perforaciones en su oreja izquierda, justo en el lóbulo. No son de su particular agrado, pero ahí están.

Alto y fornido. Cada músculo de su ser puede ser notado con una simple camiseta de lana, pero para la desgracia de muchos —y mía— viaja con una complicada armadura que considera vital. Sin embargo, las partes de tela tienen diseño militar, pues le ayudan a camuflarse entre la maleza. Apoyando a ese aspecto tiene dos marcas en su rostro, las cuales realiza con pigmentos naturales; mas que un gusto suyo, es capricho de terceros.

En su forma de dragón llega a alcanzar los 27 metros, mismo motivo por el que evita transformarse. Su piel es gruesa y escamosa, y aunque no llega a una tonalidad negra, es oscura, inclinándose a los grises. Pueden apreciarse muchas cicatrices e incluso, las alas se notan con áreas faltantes.

► Imágenes

Apariencia humana:

Apariencia real:




Descripción Psicológica

¿Qué es lo primero que notas de él al observarlo? Una sonrisa, un amplio gesto que a las personas más serias les podría dar nauseas solo de verla. Noam es el típico varón jovial, animado y encantador que con un simple chantaje consigue lo que quiere. El tipo de persona que al entrar a un lugar da los buenos días, platica con el vendedor y compra de más con tal de ayudar con la economía del ajeno, importándole poco la propia. Dispuesto a ayudar a todo aquel que se vea necesitado, no duda en despojarse de su propio ropaje si esto puede vestir a una familia entera, o en su defecto, vendar la herida de un animal salvaje. Keahi es ese tipo de persona, el hombre que te hace sentir culpable, pues pareciera que tanta bondad no pudiese existir en una sola persona. Tal vez ese sea el mismo motivo por el que tiene tanto atractivo en todos los aspectos, y por todos entiéndase todos. Atractivo sin poder negárselo, amable que embelesa y seductor como pocos. Es dueño de aspectos que, fusionados, solo pueden ser el sinónimo de la perfección, aunque ésta sólo pueda ser superficial.

A su vez se le puede describir como alguien solitario, pero no en el aspecto que cualquier esperaría, porque todo se va al demonio cuando grita su presencia en vez de buscar pasar desapercibido. Hay veces en las que incluso llega a parecer desesperado de atención. Poseedor de una torpeza sin precedentes cuando no tiene obligaciones, siempre termina diciendo disparates que llaman la atención de pequeñas multitudes ¡Hasta parece que lo hace adrede! Puede desde hacer un chiste colectivo hasta convertirse en el protagonista de una escena en la que todos lo coronan como el héroe. Pasar desapercibido ni siquiera es una opción para el dragón, lo cual llega a joderle momentos de vital importancia. Aun así, no hay mucho que pueda hacer para detener aquel encanto, incluso pareciera ser parte de su hechizo.

Pero, ¿no sería muy perfecto que esa se tratara de su verdadera y única personalidad? No solo perfecto, también aburrido.

Keahi significa llamas y es cierto que los nombres te marcan. Tal y como el fuego, es un hombre impredecible que actúa en los momentos menos esperados de las formas más inesperadas, porque aun con la personalidad que ya ha sido descrita, está claro que eso no puede ser el dragón ¿Pura felicidad? Esconde más de lo que cualquiera pensaría. Es mucho más, alguien que de necesitarlo será vengativo y asesinará sin que tiemble la más mínima parte de su ser, y ya no sólo limita sus acciones al trabajo, porque si bien es lo que le mantiene con vida, está claro que es movido por otras cuestiones ¿Alguien de buen corazón? No, en lo absoluto, pero es por ese mismo motivo que busca serlo. Carga con el hedor de la deshonra y desgracia, todo su ser se ha teñido de sangre en más de una ocasión. Sabe lo que es cargar con la vida de otros, desde el alma más corrupta hasta la más inocente. No es la clase de asesino que se arrepiente de sus acciones, prefiere cargar con la pesadumbre de las mismas y de ser necesario, hacerse responsable de lo que sea que haya ocasionado; aunque lo calle, está desesperado por la aceptación, sólo que ésta no se trata de una social. Noam se la vive en la búsqueda de sentir amor hacia sí mismo. Hasta la fecha, prosigue sin ser capaz de encontrar ese sentimiento, pues no cabe duda de que incontables sucesos le han impedido hallar la conformidad con su propio ser. Sin embargo, no demuestra nada de esa inseguridad. Aun cuando es social, no cabe duda de que conocerlo a fondo es un privilegio del que seleccionados gozan, sino es que estos contados seres resultan nulos. Es incapaz de confiar en los demás, así como tampoco puede fiarse de su propio ser. Vive inseguro de todo lo que le rodea, sabiendo que siempre hay un espacio que no puede ver de las personas por más tiempo que pase con ellos. Teme de todo, pero su mayor temor siempre es él mismo. Ni siquiera debería estar aquí, presente, respirando, proclamando aquella existencia que no tendría porque estar.

Analítico, calculador y severo por naturaleza. Puede sonreír, pero eso no le exima de sus responsabilidades como lo que verdaderamente es, un asesino.

Noam es consciente de muchas cosas y a su punto de vista, más de las que debería. Un hombre que hubiese preferido la ignorancia a la realidad de las cosas.

¡Gustos!

✔ Las mujeres. De todo lo que le ha pasado, debe admitir que el lado bueno es que, andar de tribu en tribu, le ha permitido ver tanta belleza curvilínea que uff… Lo hace feliz.
✔ Los lobos. Siempre ha querido uno de compañero, pero teme terminar defraudándole, motivo por el que se abstiene de tenerlo.
✔ Ama las cosas ácidas y amargas.
✔ Los días lluviosos. Le gusta el sol, pero cuando camina bajo la lluvia puede llorar sin que se dé cuenta de ello.
✔ Féminas fuertes.

¡Disgustos!

✖ Intimar y que esa jodida voz en su cabeza no deje de estar molestando.
✖ Que esa… Voz en su cabeza… Tenga insomnio.
✖ La voz en su cabeza.
✖ No le agradan los dulces.
✖ Los lugares cerrados. Los detesta.





Nació del gran volcán de Roar, aunque pensándolo bien hay algo más importante que analizar, porque desde  niños siempre se estuvo preguntando cómo demonios se daba la explosión, ¿Era con lava? ¿Y no salían volando los niños y algunos morían por el impacto? ¿O cómo demonios es que transcurría todo aquello? ¿Se acomodaban para recibirlos como si de un juego se tratase? “¡Yo lo cacho, yo lo cacho!”...

“¡¿Entonces nací rodeado de lava?! ¡Por todos los volcanes! ¡Soy un dragón de lava! ¡Oh sí! ¡Enséñenme a controlar toodaaaa la lava del volcán para que pueda destruir Karr de un solo movimiento!”

Creo que sobra decir la clase de niño que fue este jovenzuelo, aunque por supuesto, queda claro que se trataba de un genio en cubierto, o tal vez poco comprendido. Noam siempre supo que estaba destinado a ser alguien grande ¡Desde niño él sabía que sería el Dyn! Fuerte, grande y valeroso, con hombres por doquier a su servicio, sí… Él sabía que marcaría la historia de Roar y que comenzaría con una nueva era. Desde niño buscó ser alguien admirable, aunque al final terminaba siendo el más piojoso, llorica y débil de todos. Keahi era esa clase de chico, el crío a quien todos los pyrcas veían con una sonrisa amorosa —aunque ésta luego se desvaneciera por gritos, regaños y muchos zapes.

"¿Qué puedo decir? Siempre robé la mirada de todos."

Luego fue que desarrolló esa petulancia, cuando se formó como hombre. Desde joven mostró, si bien no afinidad, un gran interés por la batalla —y para pelear por cualquier tontería—; al inicio no se le dio nada bien y era el hazme reír de todos sus hermanos, pero como cualquier Roar digno terminó esforzándose el doble, el triple y el cuádruple de ser necesario para poder alcanzar a todos. Aun cuando siempre pudo hacer todo lo que ellos, el dragón no dejaba de entretenerse con la mariposa que pasaba volando o con el piojo que se le veía a su contrincante… Tal vez guerrero —o campesino— le quedaba más que otras ocupaciones, pero para la sorpresa de todos escogió aquel trabajo que requiere ser discreción, fidelidad y silencio, dios, debemos resaltar lo imposible que era para este chico mantener semejantes atributos, porque sí, el chamaco decidió ser un mercenario y todo por motivos profundos que sólo alguien de su nivel podía comprender.

“¡Es que se ven taaaan coool! ¡Todos serios, así con un porte muy acá y, y, y! ¡Se mueven, diooooos! ¡¿Han visto sus movimientos?!”

Una personalidad sencilla y bastante adorable, ¿no es así? Porque a fin de cuentas, tal vez el ser mercenario no era realmente para él, cuando tenía quince años jamás pensó la pesadumbre que suponía asesinar por dinero, nunca contrastó lo que es “eso” a un guerrero, quien lucha por la tribu que ama. Probablemente, a partir de ello la sonrisa empezó a hacerse superficial, tratándose de un adolescente de apenas quince años, resultó duro acostumbrarse al estilo de vida que él mismo eligió, pero nadie, nadie, podía descubrir que se arrepentía de ello ¡Jamás! En cambio, se mostró orgulloso de sus habilidades y rapidez para asesinar, marcó a los más pequeños ante tanta genialidad ¡Y bueno! Todo iba de maravilla de alguna u otra manera, no es que pudiera quejarse porque al final del día, no había tantos “peros” que interrumpieran su felicidad.

Sin embargo, el joven creció y eventualmente, maduró, aunque no de la forma más blanda. El cambio surgió durante un negocio, cuando un comerciante de Torava le contrató. “Asesina a un matrimonio y a todos los de ésta casa” le dijo un hombre del camino, cubierto de capucha y escondiendo sus facciones de la multitud, ¿los motivos del asesinato? Nunca se los informó y a Noam tampoco le interesó. En aquel momento, él solo pudo vislumbrar la bolsa llena de monedas, ¿qué mejor que un pago por adelantado? No lo pensó ni dos veces antes de tomar el papel que le indicaba la dirección, y hasta el día de hoy, es bien sabido que se arrepintió, tal vez no por multitudes innecesarias, pero si por el ser que más importa… Él.

No deja de odiarse por ello.

¿Qué tan difícil pudo ser para un mercenario acabar con la vida de simples humanos? Un hombre y una mujer, ambos descansando plácidamente al ser altas horas de la noche. Bastó con un corte en la yugular para cumplir con su parte del trato. No fue necesario más. El dinero, oficialmente, era suyo. Pudo no haberlo hecho y robar, pero prefiero aquella presunta honestidad, ¿cuántas mujeres y cuántos hombres no conseguiría? Unas armas e incluso algunas novedades para la horda de críos que adoraba, ¿juguetes tal vez? Tenía tantas cosas en mente que quería comprar…

Aun así, no pudo ser un trabajo exitoso. Un llanto fue lo que interrumpió sus sueños. Acabar con la vida de una pareja pudo ser, nada, pero ¿Qué había de la de un niño? Recuerda haber caminado con lentitud a la habitación de donde provenían los quejidos, la luz filtrándose por las ventanas e iluminando el pasillo, sabiendo que la realidad se acercaba. Lo rememora a la perfección con temor, recordando la manera en la que todos sus sentidos le gritan por correr, huir y jamás regresar. Sabía que si abría esa puerta, con la vida del ser no acabaría… Y aun cuando lo sabía, prefirió arriesgarse a conocer la realidad. Lo único que agradecía de aquella situación era no haber sido cobarde. Con lentitud abrió la puerta de la habitación, topando sus ojos con los cristales azules de una futura reina. Se trataba de una niña delgada, débil y de mirada, que pese a ser fría, mantenía la llama encendida. Podía notársele llena de esperanzas, incluso plagada de las mismas, ¿cómo darse la vuelta y dejar atrás a aquella delicada flor que estaba a punto de dar los frutos más hermosos? La tomó entre brazos y salió corriendo de aquel hogar, aventurándose con desesperación a lares desconocidos. Tocó puertas, pidió ayuda y rogó por atención; la pista de algún médico que pudiese atender a ese bello capullo que, para su desesperación, amenazaba por marchitar. Podía percibir cómo la madre naturaleza le arrebataba la luz a esa… hermosa… princesa…

Y una vez lo iluminó.

“A cambio de algo especial, yo puedo ayudar, inexperto mercenario. Aquello ocasionado es por la carencia de vitalidad mágica. Los hechizos y conjuros mantienen subsistiendo a la pálida princesa blanca. Un médico no le otorgará lo que necesita y que en alma tanto anhela.”

“Daré lo que necesites. Ponla a salvo.”

“Lo que necesite dices…”

“¡¡Sí!! ¡Por todos los volcanes! ¡El tiempo vuela, anciano! ¡Tengo dinero! ¡Cúrala, ya!”

“Inexperto mercenario, tanto del mundo te falta por cultivar, pero sé que de los errores te ilustrarás. Lo único que pide éste anciano es aquel contenedor que en corriente te conserva, porque cuando el sol de tu savia en la cúspide se encuentre, a mi vendrás; una paloma mandaré en muestra de la libertad de la princesa blanca y ahí, llama que no se apaga, es cuando acudirás al lugar del que los mortales se alejan y que con desprecio condenan.”


No entendió, pero aceptó. La princesa se salvó y Noam en calma se sintió.

Años después, la paloma llegó. Los servicios de Noam solicitó en una tierra que detestaba, a Artae debía acudir y a ese lugar fue, sin ser capaz de recordar lo que años atrás tomó lugar. Cuando todo iba perfecto, en el momento en el que su felicidad no podría rebasar más, la cúspide se presentó, y en Artae, sin ser capaz de imaginárselo, el arrebato de su contenedor sucedió. Fue en un santiamén. Cuando Keahi se percató de lo sucedido, despertó en la bastedad de Torava, a lado de un joven que con la voz temblorosa le llamaba preguntándole si estaba bien. Ese no era ninguno de sus hermanos.

El trato había sido su cuerpo y el alma intacta permaneció en la figura de alguien más. Ahora sonríe sin motivos de hacerlo, sabiendo que lo sucedido es el pago de sus pecados, pero todos los días se pregunta, ¿dónde quedó la grandeza que de niño prometió alcanzar? ¿Qué pensaría aquel pequeño Noam al verlo? Lejos de decepcionar a terceros, hay algo que teme más y es el haberse decepcionado a sí mismo.  

Sabe que lo hizo. Hasta la idea de buscar su cuerpo parece vana, pero nadie sabe esto, no hay ser que pueda conocerlo. Lo único que verás en él es una sonrisa en la que esconde aquella pesadumbre.




¡Extras!

► Le gustaría ser padre. Tiene el sueño frustrado de ser Pyrca. Adora a los niños, pero siempre ha soñado con tener una hija a la cual proteger.
► También le encantaría tener una familia con una mujer. Sucio secreto que nadie sabe.
► Parece tener encanto con los animales, sean éstos domesticados o salvajes. Le fascinan.
► Tiene más de un año sin pisar Roar. No piensa regresar a su tierra sin su cuerpo original, ¿quién creería su historia?
► Aun cuando no se rompe con facilidad, suele llorar en las noches cuando se encuentra solo. Nadie sabe de ello, sólo él, su soledad y aquel chico que se ha hecho llamar “Keld” porque a fin de cuentas, siempre dice que terminó siendo un “sacrificio”.
► A diferencia de lo que muchos pensarían, le gusta el agua, por supuesto que no en los combates porque es su mayor debilidad, pero le parece un elemento hermoso.  
► Sufre de claustrofobia, algo irónico por el mismo hecho de que está encerrado en un cuerpo que no le pertenece, acompañado de otra alma, plenamente ajena a él. Todo comenzó cuando de niño cayó en un pozo mientras jugaba, desde entonces no soporta estar solo en habitaciones pequeñas.
► Suele buscar la compañía de meretrices para no pasar noches sin compañía. Detesta la soledad.  
► Siempre lleva consigo un colmillo que le regaló una joven comerciante hace poco más de un año. No sabe mucho de la susodicha y tampoco de si tal obsequio posee algún significado, pero recuerda las palabras que dijo al dárselo. Por algún extraño motivo, confía en ese colmillo le protegerá y vamos, que era una señorita agradable. Sería muy grosero deshacerse de aquel artefacto.
► El dueño del contenedor en el que se encuentra es 100% heterosexual, por lo que cuando piensa pasar noches con hombres su cabeza es toda una horda de peleas.
► En su cuerpo original era un dragón de fuego, motivo por el que siempre intenta controlar tal elemento, pero jamás lo logra. Tiene algunas cicatrices por ello.
► Más posesivo y celoso que la fregada… Es mala idea ponerlo celoso.

“Me adoraban con fervor... ¡Cómo extraño sentir amor amor!’’

Habilidades y debilidades

► Es muy hábil en lo que respecta el manejo de las armas blancas, especialmente las dagas. Es lo que más le gusta a la hora de llevar a cabo algún trabajo, por lo que se le facilita bastante.
► La cocina.
► Tiene encanto con los niños.

► El agua es el elemento al que resulta más susceptible, por su cuerpo pasado y por el actual. En caso de ser atacado mientras se ducha o está en contacto con el agua, significará una considerable desventaja.
► Los niños, no puede atacar si uno de ellos corre peligro, siempre buscará que esté a salvo aun si esto le significan heridas. Sin importa lo que le cueste los pondrá seguros, y aun más si se trata de una niña. Son su perdición.
► Su orgullo, debido a él no suele usar sus poderes y en más de una ocasión ha salido herido por ello, pero se niega a emplearlos si no es por alguien más.

Poderes

Ecdisis: Al adoptar su forma de dragón, éste tiene la capacidad de mudar la piel, lo cual puede ayudarle a deshacerse de los daños físicos (heridas superficiales, venenos que hayan hecho contacto con su piel, entre otros) en cierto porcentaje. De la misma forma, incrementa la potencia de sus ataques. Sin embargo, es importante mencionar que, al ser éste un dragón con el que no está familiarizado, el proceso puede tomar un tiempo considerable en la que, de no estar tanto, podría ser susceptible a los ataques. (Sólo puede realizarse en 1 ocasión por post).
El poder de sus ataques se verá potenciado un numero de posts indefinido, hasta que haya logrado asestar un mínimo de 5 puntos de daño (No extra, sino en conjunto entre el potenciador y los ataques normales). El máximo será de 6 (Independientemente de que dados hayan salido, el daño nunca superará los 6 puntos de vida). Una vez alcanzados 5 o 6 puntos de daño, el poder habrá finalizado.
1, 2: La muda no se realiza, falla.
3, 4: Intensifica sus ataques, añadiéndole 2 de daño.
5, 6: La intensidad de los ataques incrementa en un 1 de daño y recupera 2 puntos de vida.

Poisonous breath: Un aliento venenoso de tonalidad verde que afecta el rendimiento del contrincante, y a su vez disminuye la capacidad e intensidad de los ataques contrarios. Sin embargo, llevarlo a cabo supone una gran carga emocional para él. Detesta emplear los poderes de aquel cuerpo y por lo tanto, no está lo suficientemente familiarizado con los mismos. Raras veces buscará usarlo y sólo lo  hará en momentos que realmente lo necesite, o en su defecto, para proteger a alguien querido. (Duración: Hasta 3 posts (Daño recurrente) - Enfriamiento: 4 posts)
Primera tirada
1,2,3: 2 turnos envenenado.
4,5,6: 3 turnos envenenado.
Segunda tirada
1: falla.
2: -1 punto de veneno por cada turno.
3,4: -2 puntos de veneno en el primer turno, -1 en los que resten.
5,6: -3 puntos de veneno en el primer turno, -1 en los que resten.

Ataques rápidos: Al detestar el uso de los otros poderes opta por realizar ataques rápidos, siendo éstos con cualquier extremidad de su cuerpo (entiéndase como algo realizado con su cola, un empujón, emplear su cuello, etc.). Difieren de los movimientos normales al ser realizados con mayor fuerza y velocidad. (Duración: 1 posts - Enfriamiento: 4 posts)
1: Falla
2,3: Sólo logra 2 ataques, 1 punto de vida.
4,5: Logra 4 ataques, 3 puntos de vida.
6: Combo, logra 6 ataques rápidos, 5 puntos de vida.

Keld, el dueño

Fecha de nacimiento: 17 de junio ♊
Edad: 18 años
Orientación sexual: Heterosexual
Raza: Dragón oscuro
Clan: Karr
Puesto: Comerciante

Keld es chico animado, de eso no hay duda. Aun cuando perdió todo dominio sobre su cuerpo, se trata de un jovenzuelo que ve las cosas buenas de la vida. Posee una fuerza de voluntad extraordinaria y gracias a esto su alma no se ha visto opacada por la de Noam; se la vive molestándolo y hablándole de todo lo que se le venga a la mente, y siendo que comparten pensamientos en determinados momentos —cuando el otro no realiza una barrera—, le aconseja hasta cierto punto. Es un chico muy comprensible dentro de lo que cabe. No hay manera de que Keahi conozca lo oscuro de éste muchacho, ni siquiera la más mínima parte de su pasado, pues se niega continuamente a hablar de ello. No comparten pensamientos al respecto.

Disfruta de hacer chistes malos, bromas sugerentes y, si está en sus posibilidades, confundir al Roar todo lo que pueda "¿Estás seguro de que dijo que era hacia la izquierda? ¡Era a la derecha, pedazo de idiota", cuando resulta que en realidad era hacia lo que Keahi pensaba, al final del día, esa es la única diversión que obtiene. Aun cuando jamás lo externe, no cabe duda de que su vida se ha iluminado con la compañía de un ser foráneo, aun cuando ésta se vea minimizada por la existencia del mismo. Ha sido rebajado al nivel de una simple voz que atormenta… Está claro que no es muy feliz al respecto.

“¡Oye! ¡Noam! Si alguna vez recuperas tu cuerpo o terminas en otro... Um, ¿podemos ser amigos?"

Un pequeño idiota de Karr que es inmaduro e inquieto hasta en la mente de Noam.

Físico

Sarutobi SasukeSengoku Basara




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Noam Keahi "An eternal flame" Empty Re: Noam Keahi "An eternal flame"

Mensaje por Lýkai Vie Oct 14, 2016 6:09 pm

¡FICHA ACEPTADA!

¡Felicidades y bienvenido oficialmente a Partem Septem! Dos mentes siempre piensan mejor que una, o eso dicen~ ¡Puedes empezar a rolear!
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