Melka E. Gwynne ♥
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Melka E. Gwynne ♥
H: Demonio y elfo | 16 años |
Comerciante | Femenino |
Bisexual | Euen |
Pero no fueron las únicas, antes de que estas dos pequeñas dieran su primer respiro de vida, había una jovencita pelirosa igual que ellas. Su amada hermana mayor.
Cuando la primogénita de esta rota pero hermosa familia tenía los 5 años de edad, fue cuando este precioso par que es el protagonista de esta historia, vino a la vida. Pero con ella, la muerte de su hermosa madre que otro parto no pudo soportar. En Euen trataron de salvarla, pero el dolor y la pérdida de sangre habían sido demasiado graves y falleció. La situación económica de la zona nunca había sido la mejor. A partir de ese momento, el destino de la penumbra acabaría por plagarse de preguntas e incertidumbre, porque aun cuando una amiga de la difunta madre se ofreció a cuidar de ellas tres, era tal su pobreza que terminaron siendo, no sólo echadas, sino que también abandonadas a su desafortunada suerte.
En un ambiente difícil y hostil como ese, no había mucho que tres pequeñas pudieran hacer. Realizaron todo lo que estuvo al alcance de sus manos, sobreviviendo y procurando comer como sea que lo consiguieran. Pero no era suficiente. Las tres estaban coronadas con desgracia. Una negra desgracia que las perseguía sin importar qué bondadosas pudieran ser. La falta de alimento se hacía más y más grave conforme el tiempo pasaba. La mayor llegó (a duras penas) a la edad de 20 años, y sus dos adoradas hermanas menores, tenían recién cumplidos, los 15. Trató de aguantar lo más que pudo. Pero se quitaba el escaso alimento de la boca, para dárselos a ellas. Así fue como la luz de su vida se vio apagada. Ya no podría protegerlas.
Pero no murió por obra directa del escaso alimento, fue por una sutil pero brutal muestra de la crueldad de otros pocos. En una de esas frías noches donde estaban agotadas por la falta de alimento, un grupo de… ¿radicales? ¿ebrios? ¿intolerantes? ¿todas las anteriores? No importa… comenzaron a decir una sarta de cosas muy hirientes a las tres, y a uno de ellos, quizás el más ebrio, se le hizo fácil tirarles una piedra. La mayor con las pocas fuerzas que le quedaban, protegió a las menores con su cuerpo, y fue esa piedra quien le rompió el cuerno izquierdo de la cabeza. La mayor frunció el ceño de dolor, esperando que terminara, pero no fue así.
Una y otra piedra comenzaron a llover y golpear su espalda, una tras otra, entre sollozos silenciosos de la Gwynne mayor, las risas de aquellos crueles seres y las suaves palabras de la mayor tratando de calmarlas. Fue así como transcurrieron los últimos momentos de vida de ella. Al ver que ninguno de esos tres pequeños cuerpos se movía, decidieron retirarse como si nada hubiera pasado. La última piedra, la que dio el golpe certero que cercenaría la vida de su hermana mayor, quebró el cuerno derecho…
Al ver que el silencio cubría de nueva cuenta ese frío y húmedo callejón, Zazil se levantó temblorosa, aguantando las ganas de llorar ante el cuerpo inerte de su hermana mayor. Estuvo a nada de entrar en un ataque de pánico pero Melka se incorporó llorando con más insistencia, cubriéndose los labios con ambas manos, ambas aterradas de hacer ruido alguno que atrajera de vuelta a ese grupo de seres.
Levantaron un poco el cuerpo de su hermana, lo acunaron entre ambas y lloraron en silencio. Estuvieron con ella un gran lapso. Hasta que Zazil se levantó: “Tenemos que darle un entierro digno… Melka… ven, levántate y ayúdame a llevarla al bosque… a nuestro refugio… “ Se levantó con dificultad, secándose las lágrimas de los ojos, y le ofreció la mano a su hermana, cuando vio tirados y uno cerca del otro, ambos cuernos de su hermana. Los levantó y sacudió, y guardó mejor que su vida. El cuerpo de su hermana fue refugiado por la cueva que ellas conocían. Zazil salió a conseguir más dinero, trabajando o robando todo lo que pudo mientras su amada hermana, se quedaba cuidando el cuerpo de la mayor. Se quedaron sin nada, pero lograron darle un entierro digno.
Tuvieron que huir de esa cueva que antes les daba refugio y terminaron de nueva cuenta en la calle. Sin fuerzas, sin alimento, sin esperanzas. Por mucho que se habían esforzado, podían sentir el frío aliento de la muerte rozar sus rostros. Anhelaban poder volver a su amada hermana. Les hacía…mucha falta.
Abrazadas la una a la otra se estaban dejando arrullar por el último canto de la vida. Todo era tan… cruel.
Pasos.
Murmullos.
Burlas.
Patadas.
Golpes…
Un pisotón en la colita de Melka, un suave quejido. Más murmullos… y después…. ¿calor? ¿Amabilidad a caso? Pero… ¿Por qué?
La menor de las hermanas trató de gruñir; de imponer, la otra, en cambio, lloró en silencio lo que nunca había podido soltar en todo ese tiempo, pero ambas… Ambas sabían por primera vez, lo que era la calidez de ser ayudadas. De ser salvadas…
Dependiendo de su humor es cómo tratará de esconderlos pues, si se encuentra con ánimos, usará unos grandes moños aun cuando pueden parecerles ridículos, la hacen sentir más bonita, un deseo oculto que raras veces externará. Ha sido tal el rechazo que sus ganas por unos mínimos arreglos se presentan nulas, por lo que prefiere portar prendas como pantalones holgados y blusas sin mayor chiste, sin embargo ¡Deberías ver el inmenso closet con el que su hermano les ha mimado! Dejando de lado los cajones llenos de ropas viejas y malolientes a humedad, todo lo que se encuentra ahí es precioso. Desde coquetos vestidos hasta alguna que otra prenda atrevida. Disfruta de acentuar las acentuadas caderas que heredó, usando —y únicamente en la comodidad de su amada casa—, shorts cortos que no vayan más arriba de esa zona de su cuerpo, pantalones ajustado y también disfruta de las faldas con olanes ¡Pues le parecen de lo más adorables!
En cuanto a su delantera, es evidente que no ha sido tan bendecida como hubiese agradecido, más lo compensa —y lo repito, únicamente en compañía de sus seres queridos—, con el uso de prendas ajustadas que tengan tela suficiente en el área y así, hagan la ilusión de que tiene un poco más de lo que realmente posee.
Verla en plenitud es algo de lo que contadas personas pueden apreciar porque, una vez en el exterior, la tersa y larga cabellera kunzita se limita al agarre de un simple y aburrido mechón, mientras que en su hogar la presenta arreglada, finamente peinada y con lo que más disfruta de realizar, trenzas aquí y trenzas allá. Es una auténtica amante de los peinados, por lo que en ocasiones cubre sus molestos cuernos con mechones de cabello, otorgándole una apariencia de lo más fascinante ¡Ahí sí que roba miradas de muchos! Y es precisamente a ese hecho que prefiere el anonimato de un sombrero colosal… Dentro de toda su fachada, hay una señorita más insegura de lo que ella misma piensa, ¡Pero hay cosas que no pueden esconder! Y ésta es la innegable belleza de sus facciones. Unos ojos grandes y expresivos de matices rojizos, mientras que sus pestañas, presumiéndose del mismo tono, resultan ¡Inmensas! Arrancando la atención de muchos en el proceso. Sus facciones son delicadas, finas y distinguidas, pareciéndose mucho a su amada melliza. Aun cuando quiera esconder todo su atractivo, al final del día, nadie le quita los besables labios que cualquiera desearía devorar.
Tal vez lo que le falta a esta pequeña es la congruencia en sus acciones, pues es tal su energía o mejor dicho, su intensidad, que no mide las consecuencias de sus actos. A diferencia de su hermana mayor, prefiere el movimiento. Las cuestiones analíticas no son lo suyo lo cual queda claro al momento de tratar con objetos que requieran cierta delicadeza en su trato. A pesar de ser una hermosa señorita, no cabe duda de que su personalidad se aleja del estereotipo que muchos hombres desearían. Lejos de que no sabe en qué momentos debe guardar silencio, Eirú es alguien de sentimientos… ine, no, no, sin la cursiva, intensos. Así está mucho mejor, porque en ella es raro que exista cierta delicadeza en sus palabras o hechos. Aun cuando puede verse como alguien calmada y llena de gracia —cuando duerme o está cansada, cabe hacer la aclaración—, ese no es el caso, no, no, no y NO. Pese a gusta de defender sus derechos y busca éstos sean respetados, no hay manera de que alguien realmente le haga caso al momento de expresar su opinión, porque lejos de comunicar, impone sus deseos. Al primer momento en el que alguien no comprende lo que trató de decir, es cuando los gritos y las reacciones exageradas hacen acto de presencia, ¡No comprende cómo es que son incapaces de entender sus gustos o cualquier cosa que esté defendiendo! Y mucho menos entenderá cómo es que está mal vista la relación que mantiene con su hermana, incesto lo llaman, ¿¡Y a ella qué le importa la falta de tolerancia de gente tan idiota!? ¿Por qué el amor tiene que ser tan complicado para un pueblo que presume estar lleno de él? ¡O en cualquier lugar! ¡Es su forma de ver las cosas! Pensar que besar a su hermanita en público no es una posibilidad le entristece tanto… ¡No, no, no! ¡Hay cosas peores! ¡El no poder estar ellas en público es lo que verdaderamente le enoja! Pero, ¿Quién necesita la aceptación social? Ella no, grrrrrr, ¡ella jamás!
Aun así, lejos de la faceta que todo el mundo conoce de ella y que se limitan a explorar, es una nena realmente adorable y con marcadas inseguridades. Gusta de ayudar sin que se le sea preguntado, aún más si dicha opción abarca la posibilidad de interactuar con niños ¡Ama la sinceridad de tan maravillosos seres! Ah… Y luego, y luego… ¡A ellos no les importan sus cuernitos! Melka es la clase de chica que durante toda su vida ha tenido la facilidad para sonreír de un momento a otro, pero que por sucesos de la misma ha tenido que callar esa parte de su ser. Es difícil que se abra a otras personas que no involucren su reducido círculo social, prefiere limitarse al mismo y quedarse en aquel conformismo que dentro de todo, significa seguridad. No es alguien que deposite su confianza en las personas con facilidad, pues conoce de primera mano lo que es la traición y lo que implica el abrirse a alguien de buenas a primeras. Desde que la menor de las Gwynne tiene uso de la razón, ha preferido mantenerse a la defensiva y limitar sus sentimientos más sinceros a las personas que verdaderamente ama.
No quiere verse rodeada por decepciones como en un momento de su vida llegó a imaginar, así que prefiere andarse sin rodeos al momento de estar frente a frente con alguien ¿No le agrada? ¡Pues a decírselo si no deja de molestar! Por ello, siempre necesita de aquel dulce y calmo complemento…
—Tiene encanto con los bebés y niños, sólo si éstos no han sido influenciados por las ideas segregacionistas de sus padres, de lo contrario ni siquiera soportará tratar con ellos.
—Gracias a su condición demoníaca, tiene una buena condición física pero no la aprovecha del todo. Prefiere bailar, aunque esto sea algo que esconde de su propio hermano y a veces, hasta de su hermana.
—¡Cantar se le da de maravilla! Es uno de los pocos aspectos en los que tiene seguridad, pues su voz es realmente encantadora. Ama dormir a sus hermanos mientras canta, aunque por lo floja que es suele ser la primera que cae dormida.
—¡Detesta que toquen su colita de demonio! La hace sentir indefensa y vulnerable.
—Todo lo que envuelva delicadeza y suavidad se le da ¡Fatal! A excepción del cuidado de niños, pues son su predilección.
—El trato con las personas se le da fatal, motivo por el que en la cafetería suele ser quien realice los alimentos, postres y bebidas. A fin de cuentas, gusta de la cocina, pero cuando se trata de estar en la caja o levantando pedidos… Simplemente el día no termina bien.
—No tener la aceptación social que desea tiende a hacerla infeliz, pero nunca lo demuestra. Es un sucio secreto que no piensa externar, no tiene motivos por lo cual hacerlo.
—Siempre mantiene escondida su cola de demonio, pues cuando no lo hacen tienden a atacarla bastante, incluso llegan a jalarle por el simple hecho de ridiculizarla ¡Y lo detesta! Es una zona muy sensible para ella.
—Le gusta la kunzita a tal punto que robó tres collares de una tienda para poder darle uno de a Zazil y otro a Sid, sin embargo, la terminaron cachando y Sid tuvo que pagar el doble por tales amuletos con tal de que no empezaran a esparcir rumores de que eran unas viles ladronas. Hasta la fecha se sigue sintiendo culpable de ello. Ahorra dinero para poder comprar otros collares que sean dignos de ellos…
—Duerme mucho, si tiene un día libre y se acuesta en la cama, no hay fuerza que la pueda levantar.
—¡Es mucho más cariñosa de lo que aparenta! Ama los abrazos, los besitos y las caricias. Puede ser tan melosa que llega a hartar.
—Le encantaría dedicarse a salvar vidas, sin embargo, no hay nadie dispuesto a enseñarle los principios de medicina. Es por ese motivo que compra muchos libros de dicha temática, con esperanzas de aprender de tan bella ciencia.
Última edición por Melka E. Gwynne el Lun Dic 26, 2016 1:15 am, editado 2 veces
Melka E. Gwynne
Re: Melka E. Gwynne ♥
¡Felicidades y bienvenida oficialmente a Partem Septem! Y así es como la menor llega, esperando encontrarse pronto con aquellos quienes son su familia~ ¡Puedes empezar a rolear!
Lýkai
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