Our story begins. — Priv. Lýkai
Partem Septem :: Clanes :: Océano
Our story begins. — Priv. Lýkai
Una vez que compró la carne que le habían encargado, el joven se dirigió hacia el centro de correo y realizó todo lo que debía llevar a cabo en el lugar… No faltaba nada por hacer… ¿Verdad?...
Ahí fue cuando escribió una despedida de lo más fea ¡Ni siquiera pudo revisar la redacción! Pero ya daba igual, a ese paso terminaría perdiendo el barco y ya habían gastado dinero en los condenados boletos ¡Y seguro que su compañera ya había abordado! Tomó la carne y salió del centro de correo corriendo — Keld ¿¡Por qué demonios tienes un cuerpo tan débil!? ¡No puedo correr como acostumbro! —hablaba consigo mismo, cuando menos así es como se observaba a ojos ajenos. Cualquiera que viera la situación podía interpretar que era un joven con retraso que hablaba de sí en tercera persona ¡Pero nadie se imaginaría la contienda que estaba tomando lugar en la cabeza del varón! Uff, jamás. No dejaban de “gritarse”, decirse de groserías y ah… Ya quería tener su cuerpo de regreso y que ese karr se fuera muy a la mierda— ¿así que esas tenemos? —conforme hablaba seguía corriendo. Esquivaba una cuanta gente y luego otra, llegando a hacer que algunos de los transeúntes tiraran los objetos que llevaban. Se ganó unas cuantas groserías como resultado de ello—, ¿sabes qué? Ya, me harté de ti, me tiraré al primer maldito chico lindo que vea en el barco —y más y más insultos… ¿Quién había tenido la grandiosa idea de poner juntos a un Karr y a un Roar? No, no, de poner a un hombre bisexual en el cuerpo de un heterosexual ¡Pues ese maldito Artae! ¡Los cabrones que solo quieren ver el mundo arder aun cuando ya jodieron a todos y se jodieron a sí mismos y…!
No, no estaba siendo una mañana placentera. Mucho menos cuando llegó al puerto y el maldito barco ya estaba por partir. Subió corriendo al barco como pudo, entregó su boleto y se adentró entre jadeos. Por poco y se quedaba fuera… ¿¡Y la carne!? ¿¡Dónde estaba la maldita carne!?
Gruñó. Cada día detestaba más y más a ese jodido karr de mierda, pero no eran motivos para estarse enojando y tratar mal a la amable chica que le iba a acompañar. La buscó con la mirada y terminó por encontrarla sentada de una forma que carecía por completo de elegancia, también de precaución, por supuesto, pero ni siquiera se preocupaba. Era una comerciante a fin de cuentas. Ah… Se sintió calmado en cuanto la observó.
—¡Ly! —así es como le llamaría de cariño. Avanzó hacia ella y acarició el pelaje del lobo. Le encantaba ese canino—, perdona la demora, mandé una carta antes de partir y bueno, me entretuve más de lo debido, pero acá está la carne... — aun hablaba entre jadeos. El varón se acostó a un lado del lobo, recostándose en él—, corrí… Demasiado… Este cuerpo no aguanta nada…
▼
Noam Keahi & Lýkai♍
Noam Keahi
Re: Our story begins. — Priv. Lýkai
Al llegar al barco dejó todo el equipaje en el camerino. Para que fuera más económico habían cogido uno de compartido, con dos camas; apenas y cabían los tres, asi que meter toda aquella compra allí tampoco fue tarea fácil. Colocó lo que pudo en un pequeño armario, en estantes algo viejos y finalmente... La mirad del equipaje acabó por ocupar una de las camas de forma casi completa- Ah... Quien diría que nos habría sido más fácil tomar una con literas... -Se dijo, algo abatida. Habían cogido un billete al último momento, asi que tampoco era que tuvieran mucho donde elegir, pero aquella sería sin duda alguna una travesía algo incómoda- Bueno... tengo un cuerpo pequeño, asi que supongo que ambos cabremos en una sola cama. -Y sin darle más vueltas al asunto, dio media vuelta y salió del mismo, cerrando la puerta tras de sí con seguro, obviamente.
Ya casi era la hora de partir, sin embargo parecía no haber señales de vida de Noam. Durante unos instantes, sentada en la cubierta del barco, temió que hubiera vuelto a desaparecer y que esta vez le fuera imposible encontrarlo. Jugueteó con cierto nerviosismo con los colmillos de Lyd hasta que, cuando estaba a punto de bajarse de la embarcación, temerosa de dejarlo solo, escuchó su voz llamándola- ¡Noam! -Alzó la mano, mientras se le iluminaba el rostro sólo con verlo- Ah, ya veo, estabas mandando una carta -Suspiró, más tranquila- Pensé que había pasado algo, justo estaba pensando si debía ir a por ti. -Rió por lo bajo, contemplando como el otro parecía agotado, recostándose contra el suave pelaje del animal- ¿En serio? Yo creo que se ve bastante fuerte -Mencionó, mientras tocaba con descaro uno de sus bíceps- Claro que comparado a como eras tu antes... -Quedó momentáneamente pensativa, para luego sonreír- Sí, supongo que comparado a como eras, él es un enclenque. -Planeaba añadir algo más, sin embargo el sonido de una guitarra hizo que volteara a mirar. No era inusual ver artistas ambulantes en los barcos, demostrando sus habilidades, cautivando a los demás pasajeros y con algo de suerte, conseguir dinero para vivir unos días de forma decente. Más no había sido el sonido en sí lo que había llamado la atención de la loba, sino la melodía que entonaba; era una que conocía demasiado bien- Esto es... ¡No puede ser! -Se alzó rápido, ajustando la vista hasta clavarse en el hombre la tocaba dicho instrumento. Había bastante gente a su alrededor, más fue capaz de vislumbrarlo.
La joven se agachó nuevamente, tomando la mano del mayor y tirando de ella- ¡Noam, debo presentarte a unas personas! -Dijo, divertida, mientras lo obligaba a levantarse- Dima ¿Lo oyes? ¡Son Jeha y Julen! -La joven se veía inusualmente animada, sin duda. Guió al pelirrojo hasta estar cerca de la actuación. Había una joven alta y rubia, con traje de bailarina exótica que bailaba al son de la melodía. Sus movimiento eran vivaces, atrevidos pero elegantes y su expresión era tal que cualquiera podría saber que estaba disfrutándolo. Por otro lado, aquel que producía semejante melodía era un nombre corpulento que se encontraba sentado detrás de la joven, en un segundo o incluso tercer plano; nadie parecía notarlo a pesar de estar llevando a cabo un papel de lo más importante en la actuación y aún asi, en sus labios se perciba una ligera sonrisa de satisfacción. Cuando la canción acabó la joven hizo una elegante recerencia y alzó la tela de su falda, esperando que le dejaran algún que otro exo. La gente fue bastnate tacaña, se ha de decir, pero eso no parecía importarle- ¡Hoy ha sido una buena actuación! -Decía la mujer, mirando al hombre que tenía detrás- Seguro que sí, siempre que tu bailes lo será. -Respondía él.
Sólo entonces la joven loba se paró frente a ellos- ¡Jeha, Julen, cuanto tiempo! -Dijo, sonriente. Ambos voltearon a verla de inmediato- ¿L-lýkai? -Los ojos de la rubia se iluminaron- ¡Lýkai, tu, jovencita! -Se le echó encima, dejando que sus pies se alzaran del suelo y la mejor sujetara todo su peso. Parecían un león sujetado por un gatito- ¿¡Dónde has estado todos estos meses!? -Preguntó, mientras volvía a tocar el suelo, dándole un beso en la frente- El viejo está furioso, no te lo puedes ni imaginar -Reía- ¿Verdad, Juls? -Él hombre simplemente sonrió, asintiendo- Nosotros volvimos al clan un par de veces y no logramos verte ¿Estás bien? Y... -Miró al mayor, algo curiosa- ¿Quien es tu amigo? -Cuestionó, interesada. La joven loba le dio un beso en la mejilla y se acercó al músico, dándole otro a él, volviendo a posicionarse luego al lado del ajeno- Él es Noam, estuve buscándolo, han sido... unos meses algo locos, es largo de contar. -Explicaba, tratando de hacer la situación más liviana.
Jeha era una mujer vivaz y hermosa, simplemente encantadora. Su cálida sonrisa parecía resplandecer como el sol y su melodiosa voz resonaba en el corazón de la gente, trayendo dicha allá a donde iba. Sin embargo, cuando su larga y dorada melena ondeaba en el viento su ancha espalda quedaba al descubierto, mostrando asi un lienzo rasgado y maltratado por una infinidad de cruentos latigazos. Julen en cambio era un hombre calmado, tranquilo, de apariencia reservada y tímida. Cabello cenizo y corto, tez manchada por los años vividos con desesperación y voz áspera, pero calma. En su rostro había una inconfundible cicatriz que le cruzaba ambos ojos, siendo asi completamente ciego.
No obstante, esa encantadora pareja no había sido siempre asi. Lýkai los había conocido antes de que esas feroces macas se hicieran en sus cuerpos, cuando aún eran nada más que una joven nurén y un joven torava. Y aquello que los llevó a ser como eran hoy era lo mismo que había llevado a Lýkai a emprender su primer viaje ese dia, tres años atrás. Ellos eran y siempre serían, personas demasiado importantes en su corazón, por ende, quería... no... necesitaba que el hombre que le había salvado la vida, necesitaba que él, de entre toda la gente en el mundo, los conociera. Era algo simplemente esencial- No esperaba encontrarme con vosotros en un lugar así. -La mujer se sentó al lado de su acompañante, invitando a la castaña y a su amigo a hacerlo mismo- ¡Sí, ha sido una gran coincidencia!
▼
Noam Keahi & Lýkai♍
Lýkai
Re: Our story begins. — Priv. Lýkai
A ese paso, la contraria empezaría a darse cuenta de todo lo que pasaba en su cabeza porque en ocasiones fruncía el ceó de la nada, ¿cómo no hacerlo? ¡Es decir! ¡Sólo lean las idioteces que dice a cada rato”
“Pff, ¿sabes? ni se nota que eres un facilote de lo peor”
Empedernido en su plática continuaron
“...que hablan bien de ti físicamente… O sea, un facilote”
“Qué no cabrón… “
Y más y más charla innecesaria que no resulta sustancial, cuando menos no en estos momentos en los que la joven se mostró muy de repente entusiasmada, ¿podría deberse al repentino sonido de la música? El varón parpadeó y se cruzó de brazos, llegando a fruncir el ceño y luego relajarlo ¡Vaya! ¡Que tocaban bastante bien! Por desgracia, eso del arte nunca se le dio, podía gustarle y apreciarlo pero, ¿practicarlo? Uf, no, no señor. De sólo intentarlo rompía la voluntad de cualquier ente. —¿Unas personas…? —cuestionó y tomó aire ya que la menor, de un momento a otro, lo jaló rápidamente, sin dejarle mucho tiempo para recuperarse, pero ¿Enojarse ante su acción? Para nada, ¿qué clase de persona sería? Otra risa salió de sus labios, sintiéndose relajado. Los ojotes de la loba se mostraban muy emocionados, no podría tardarse y aunque quisiera hacerlo, estaba seguro de ella no lo permitiría. A veces era como ver una niña.
“Tu siempre te estas enamorando.. es como si estuvieras en abstinencia ¿sabes?”
“¡Lo estoy cabrón! Y todo es por tu maldita cul-”
Yep… mejor ponerlo en mute de nuevo, no servía de mucho pues seguía escuchando la sarta de groserías y gritos y demás, pero prestó atención a la presentación de ambos (Aunque antes de continuar, se sentía bastante contento de la creciente furia que había despertado en el joven, jojo). Ahora que centraba su mirada en la de los artistas, el varón podía asegurar que los dos eran interesantes de primera vista y no evitó sonreír de lado de manera suave al ver lo importante que eran para la castaña, cosa que observó ni bien esos lindos ojitos olivos se posaron en ese pequeño e improvisado escenario. No dudó en sacar unos cuantos exos y lanzarlos a la falda de la joven. Se le veía tan zíngara. — Mucho gusto, soy Noam —a pesar de que la joven saludó de beso, él no estaba acostumbrado a eso, críado entre tantos varones estar con esas mariconerías no era costumbre en su tierra y, claro, si lo hacías era para ligarte al pasivo más bello de la camada actual, no para estar simplemente saludarlo. Se le seguía complicando un poco todos esos escenarios de socializar. Sin embargo, nada le impediría externar su más auténtico sentir—, eso que han hecho allá ha sido… —buscó la palabra adecuada—, espléndido, en verdad tienen mi más sincera admiración. — y no mentía, no tenía porqué hacerlo. Decía la absoluta verdad—. Oh —dijo y tomó asiento a lado de la castaña pues, al final del día, no quería salir de su zona de confort.
Noam es alguien social pero, desde que se había introducido en ese cuerpo, parecía que algo había cambiado en él…
Él no se sentía parte de.
—Aunque me gustaría hablar y preguntar sobre el viejo, creo que aun no estoy del todo preparado para oír esa historia —dijo entre risas mientras que se inclinaba un poco para ver a la dulce parejita—, así que mejor esperar un poco más para ella, mientras tanto, muero de curiosidad ¿De dónde son y a dónde se dirigen? Parecen ser de tierras lejanas —el barco que habían tomado hacía varias paradas por lo que simplemente se animó a preguntar—, ¿qué los trae este día en este barco? ¿Qué es lo que nos ha convocado a nosotros para estar juntos? —¡Ese día se sentía más animado! ¿Por qué no dejar que su yo más real hiciera acto de presencia? Apresuradamente buscó en su mochila unos panes que había comprado la noche pasada y les extendió la bolsa a los contrarios—, por cierto, ¿no gustan? Es un pan que le compré a una ancianita, tenía sus manos con muchos lunares por el calor, los años de experiencia seguro le han de pesar. No lo he probado aun pero se ve delicioso, ¡Oh! Cierto, Ly —la volteó a ver, sólo que se notó la diferencia de suavidades o en su defecto, intensidades al verla a ella—, ¿tu no quieres un poco? Que también y estás bien flacucha.
Tal vez ese viaje no sería tan malo después de todo.
▼
Noam Keahi & Lýkai♍
Noam Keahi
Re: Our story begins. — Priv. Lýkai
Los dedos de la más alta se enredaban entre esas largas y doradas hebras, mientras su hombro se apoyaba en el de su acompañante- Os dirigís a Kugg ¿no? Entonces definitivamente conocerás al viejo, Noam, prepárate mentalmente~ -Rió, mientras le lanzaba una mirada de "la que te espera"- Por otro lado, nosotros venimos de Euen ¡Allí la gente siempre es muy generosa! Ah, lo que hace la prosperidad~ ¿Cierto? -Preguntó, mirando al más alto. Este simplemente asintió con una sonrisa; era de pocas palabras- Y ahora mismo nos dirigimos a Kugg también ¡Ya era hora de volver a casa! Julen necesita descansar, su tos ha vuelto... -Mencionó, mientras su mirada se apagaba ligeramente y alzaba una de sus manos, pasándola por las grisáceas hebras ajenas; se veía genuinamente preocupada- No es nada, sólo las pegas de ser un mero humano. -Pronunció él, mientras llevaba su inmensa mano en la cabeza de la joven y la despeinaba- Al contrario de ti, que eres una ninfa, climas como los de Euen son muy distintos a los de Torava o Kugg, esos cambios en ocasiones me afectan; no es nada grabe. -La muchacha hizo un leve puchero- No hagas esa cara, Jeha. En serio, estoy bien. -Podría ser ciego, pero la conocía demasiado bien. La rubia se sonrojó ligeramente y apoyó su cabeza en el brazo del hombre- Como sea...
La joven loba contemplaba la escena en silencio, mientras una sonrisa se posaba en sus labios. Había en sus ojos, quizás, un deje de melancolía, sin poder evitar recordar el pasado- Parece que el Saüren Regen estará pronto en Karr. -Sus ojos se perdieron momentáneamente en la lejana nube oscura que podía presenciarse a lo lejos, muy lejos. Desde donde estaban apenas se alcanzaba a ver una limitada y diminuta parte de lo que componía realmente aquel angustiante cúmulo de muerte- Durante estos días el mar se vuelve ligeramente tóxico debido a las mareas, asi que será mejor no movernos durante un tiempo al llegar a Kugg. -Los ajenos asintieron, parecía que aquel era un tema medianamente serio, pues el ambiente se había vuelto algo cargante.
Quizás dejándose llevar por el ambiente, la otra mujer miró al pelirrojo, nuevamente curiosa- ¿De dónde eres, Noam? -Preguntó la rubia, mientras desviaba la mirada y la posaba en el horizonte- Nosotros decimos que Kugg es nuestro hogar, más ninguno de los dos nació allí. Yo nací en Nurén y Julen nació en Torava. Nuestros mundos eran muy distintos, incluso nuestros tiempos de vida lo serán... Pero elegimos estar juntos. -Explicaba, mientras observaba el cielo; se estaba nublando ligeramente- Como dos tontos adolescentes escapamos juntos. No sabíamos dónde ir, así que decidimos probar suerte en Kugg, después de todo, allí era donde iba la gente que no tenía otro lugar al que llamar hogar. -Se la notaba serena mientras contaba todo aquello, pero aferraba su mano a la de él- Cuando llegamos allí recibimos la ayuda de mucha gente. Nadie preguntó porqué estábamos allí, simplemente... nos recibieron con los brazos abiertos. -Rió, mientras acomodaba algunos de sus mechones tras la oreja- Fue entonces cuando conocimos a Lý. Apenas y sabía hablar en ese entonces, era como una pequeña salvaje; nadie en el pueblo se acercaba a ella. Era una solitaria. -La joven castaña no parecía particularmente avergonzada por aquel relato, más bien, lo escuchaba entretenida- Pero cuando estaba con el viejo... entonces parecía sólo una niña más. Todo ese aire que parecía rezumar, toda esa aura de violencia y desconfianza... todo desaparecía. Él fue quien nos construyó la casa en la que actualmente vivimos y por él fue que la conocimos. Nos dijo que como pago por la casa no quería dinero, sólo que habláramos con su ahijada; quería que empezara a socializar. -Después de todo, la joven castaña sabía del cierto que se lo debía casi todo a él, cosa que la hizo sonreír inconscientemente- Y así nos hicimos amigos... hasta que... -Frunció el ceño- ...Hicimos que pasara por muchos problemas. Demasiados. -La mano de la joven se dirigido momentáneamente a su espalda- Si no fuera por Lýkai... ambos estaríamos muertos. -Cerró los ojos, como si el sólo recordarlo fuera doloroso- O aún peor, separados. -Añadió él, mientras la rodeaba con su brazo.
Una corriente de aire frió azotó el barco y pocos instantes más tarde, el joven humano dejó salir una pequeña pero ronca tos. La joven rubia alzó la mirada con preocupación y se puso de pie- Deberíamos ir al camerino, Julen necesita descansar. -Afirmó de nuevo, sin darle oportunidad de rechazar su oferta- ¿Te parece bien si nos vemos mañana, Lý? Estaremos aquí a esta misma hora para hacer otro espectáculo ¡No te lo pierdas! -Sonrió y sin más, tirando del más alto, ambos se alejaron, no sin antes darle un beso en la frente a la castaña.
Un momentáneo silencio se formó en el ambiente y la menor miró al dragón- Unos meses después de conocer a Jeha y Julen, Jeha fue capturada por un karr. Iba a convertirse en una esclava. -Mencionó, mientras volteaba, para observar cómo se perdían en el interior de la embarcación- Julen era joven y aunque su cuerpo era grande no era hábil luchando. Le suplicó a muchos en el pueblo que lo ayudaran, pero la mayoría prefería vivir tranquilamente. Tampoco tenía dinero para contratar a un mercenario... así que yo fui con él. -Frunció el ceño ligeramente- Esa fue la primera vez que salí de Kugg. La primera vez tras... 3 años, desde que empecé a vivir allí. -Su mano se alzó, hasta llegar a rozar con los dedos el colmillo de Lyd- Y el lugar al que debía dirigirme... era Karr. -Sus ojos olivo se posaron en el ajeno nuevamente- ...La desagradable tierra en la que nací.
¿Le había dicho anteriormente cual era su lugar de nacimiento? No, estaba bastante segura de que no era el caso. Sabía que ella no podría considerarse como una "karr", no obstante, sabía también que algunas personas no eran capaces de asimilar ese tipo de información. Muchos se habían alejado de ella tras saberlo; nunca se había preocupado por ello. Nunca, hasta ese momento. Su mirada vaciló; ¿cómo reaccionaría Noam?
▼
Noam Keahi & Lýkai♍
Lýkai
Partem Septem :: Clanes :: Océano