—Asenat, la curiosidad andante.
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—Asenat, la curiosidad andante.
| psicología Saber de dónde proviene esta señorita ya te debe dar una idea de su singular personalidad, pero antes de emprender la descripción de tan bella fémina, déjame empezar describiéndola con las tres palabras claves que ya resultan cliché en toda ficha. Las generalizaciones tan repetitivas no son tan malas después de todo, ¿quién puede innovar desde cero en este mundo que ya ha visto lo absoluto? ¡Pues vamos allá! Asesina, codiciosa y etérea. Algo complicado de explicar, mas no te apresures, porque antes de correr tenemos que aprender a caminar, y muchísimo antes, debemos gatear y balbucear… —Asesina. Lo primero de todo y que, a juzgar por el macabro lugar al que pertenece, a nadie sorprenderá… O bueno, retiro lo dicho, tal vez a alguno que otro persignado de esos clanes tan bajos que aah, a ningún lugar llegaran. Sea como sea, dejando de lado esas patéticas nimiedades que se traducen como otros sectores, acunar un arma es algo esencial en la vida diaria de ésta princesa infernal. No teme en ningún momento de su actuar. Si alguna vez existió un ápice de duda en lo que fue su casta esencia, ya nada de esto reside en la joven de tan tentadora mirada. Aniquilar y exterminar, dos palabras que de la mano se llevan y que con imparable constancia juegan. Danzantes como el viento, pero filosas como la más afilada de las armas. No teme de la moral y de lo que filosofías baratas puedan fundamentar. Fue criada con un único pensamiento en mente, la supervivencia del más fuerte. A diferencia de lo que otras familias buscan inculcar más allá de los límites de Karr, los valores y las hermandades son cualidades a los que no les da el suficiente aprecio, pero que por cuestiones de la propia ignorancia que no busca eliminar, tampoco denigra sin verdaderos fundamentos. A favor de la vida o no, es una médico excelente que puede contradecir una de sus principales descripciones. No es una profesión que lleve a cabo porque se trate de su pasión, sino que, con el paso de los años ha aprendido a adoptar cariño hacia los ruines conocimientos que supone la más oscura de la salvación. Podría decirse que en la búsqueda de una alternativa a estar abriéndose de piernas con el mejor postor, la joven encontró lo que se acerca más a una pasión. Disfruta de los conocimientos. No teme en mancharse las manos en cosas que no disfruta mientras esto le otorgue un saber de mayores proporciones. Es curiosa por naturaleza. Le encanta conocer y descubrir hechos del asombroso mundo que le rodea, aunque con esto pasa de largo de los clanes a los que tanto desprecio ha sembrado su propia cultura por supervivencia. Si le preguntas directamente, su repudio será gritado a los cuatro vientos con un simple cruce de miradas, no necesitarás más respuestas, pero en el fondo las pupilas de la felina se ensanchan, escondiendo la realidad que por compromiso oculta. Bien conocido es el dicho de que la curiosidad mató al gato. Asenat no quiere que ese sea su desdichado caso. —Codiciosa. Una preocupación con la que vive es su incurable ambición que solo la lleva a cometer acciones de dudable procedencia. Es una joven dispuesta a más de lo que le convendría y de lo que realmente le ayudaría. ”El fin justifica a los medios”, una frase que puede describir su ideología. Le importa obtener cosas, pero jamás le ha interesado las maneras en las que lo hace, exceptuando unos casos que para Thema resultan excepcionales. Lo más común es que alguien busque con desesperación el poder, pero ¿cuál es el caso de la felina? ¡Su hambre por conocer! Aun cuando la ven y observan a una hija de perra, es alguien que busca con anhelo la vasta información. Sin embargo, tiene una perspectiva curiosa al respecto porque todo se acaba limitando a un yo, yo y yo. No existen otros seres que roben de su atención, hasta ciertos límites por ngh… No sabes cuánto muere para saber sobre otros clanes. ¿Tienes un libro que puede ser de su interés? Solo esparce el rumor y en menos de lo que ronronea el más fácil de los gatos la tendrás ya a tu lado. Esta dispuesta a hacer lo que sea con tal de obtener las mejores reliquias. A su vez, cabe destacar que la profesión realizada por Asenat cuenta con un costo elevado. Thema, a sabiendas de su falta de recursos, ha ido fusionando lo que se encuentra al alcance de sus manos para provocar menos dolor, aunque nada le quite lo ortodoxa y anticuada, esos rasgos que su familia le ha inculcado. —Etérea. Una palabra con tantos significados que hasta su empleo puede ser confuso, pero no por eso es menos apropiada para una excepcional joven como ésta. Thema es la clase de mujer que te obliga a voltearla a ver. No lo hace con la mano que en tu mentón se posa para que gires por la inercia de la acción, si no con su simple andar que su presencia grita en cada paso que da. Tal vez no pueda describirla como una mujer única en su clase, porque en un clan en el que la desolación y el poder lo es todo, pueden verse montones como ella. Uno se las tiene que apañar a su propia manera y, en su singularidad, destaca, porque ella no es alguien en realidad. En estas frías tierras tal vez tengas que cuidar tu espalda y tu frente sin importar a donde vayas, pero tal felina que sus instintos se aferra, la azabache decidió mantenerse sigilosa entre las multitudes que alaban a los más grandes y que a su ser en nada se asemejan. Se mantiene para sí misma. Puede mostrarse encantadora, pero este es un tema que ni siquiera desarrolla… Y a juzgar por su ambiente, ni siquiera realizará aquel intento. No sabe cómo relacionarse con los demás, y tampoco es que le interese, vive para sí misma. Prefiere pasar desapercibida, solo si ella lo desea, gritará su distinguida presencia. Un fantasma entre las multitudes. Una belleza que será el murmuro de los habitantes, pues hablan de lo que vieron, pero nunca tienen pruebas del hecho. —Soñadora. ¡Y es cuando llegamos al factor sorpresa! El cual no me puedo tomar el lujo de narrar porque de esto… Ughr, a ella no le gusta hablar. Sólo puedo decir una cosa, fría la ven, pero en el fondo, una dulce niña es. Lo que en el exterior se ve no es más que el ejemplo más ruin de lo que es el efímero triunfo, pero el final, ésta felina es más dulce y sutil de lo que muestra. historia Sufrimiento y desgracias, ya sabes, lo normal en una Karr. Para la desdicha de Asenat, esta señorita no puede comenzar su relato presumiendo que empezó teniendo una vida afortunada. Nació del matrimonio entre dos panteras, una de ellas una meretriz y el otro un médico, el hombre de quien adquirió todos sus conocimientos. Producto de una violación, la pelinegra quedó a cargo del padre, no por obligación, sino por la diversión de la existencia de alguien que provenga de su cruel semilla. La llegada de una niña puede suponer un martirio para cualquiera, pero aun más lo fue para la mujer que dio luz a ésta pantera. Falleció en el proceso y pasó a ser uno más de los sujetos de prueba con los cuales, el tedioso padre, podría jugar. Dicho hombre, en un inicio vio a esta pequeña como una sirvienta más; aunque su visión no cambió tanto, no cabe duda de que algo, ese gesto llamado paternidad llegó a emerger, pero solo duró unos instantes porque si duró por unos instantes se vio borrado con la misma velocidad. Unos instantes que ojalá hubiesen sido eternos, una lástima que aquellos deseos acallados hubiesen sido ignorados. La infancia de esta señorita puede ser descrita como la de alguien desdichada, pero para la desgracia de ella, a pocos les importa, ¿a quién le interesa la vida dolorosa de alguien? Los infortunios son cosas que transcurren día tras día, noche tras noche. ¿Prostituida? ¿Usada como un vil objeto? ¿Torturada? ¿A quién le importa? En estos lares, no interesa. ¿Qué más puedo decir? Es más normal de lo que cualquier pensaría. Una felina que en silencio disfruta de las caricias, pero que en el exterior muestra lo que Karr le ha inculcado. Adquirió conocimientos. Buscó una forma de sobrevivir. Perdió la identidad y obtuvo otra que al final significa más. En la actualidad continua viviendo con su padre por necesidad, pero aun hay algo que falta en ésta historia, porque falta un cliché más ¡La desolada joven que con su familia tiene que acabar! Sin embargo, lo hará con calma, no es algo que quiera hacer solo con actuar, porque ella piensa disfrutar. Hay sadismo en ésta mujer, esa característica de su clan de la ninguno se salvará. físico La zoomorfo nunca ha temido en mostrar las curvas que enaltecen su consagrado parecer. Mide un metro setenta y dos centímetros, haciéndola ni muy baja ni muy alta, lo razonable para que su cuerpo haga justicia con las proporciones adecuadas. De piernas largas y esbeltas, Asenat es una joven que no duda en mostrar las curvas con las que los creadores divinos le han honrado. Tez pálida y resplandeciente. No hay rastros de imperfecciones en lo que su figura enaltece. Finos rasgos y en ocasiones, muy contadas veces, deja al descubierto un par de felinas facciones. El ropaje con el que se le suele observar son finos arreglos que no dejan nada a la imaginación. Adornos dorados con hebillas del mismo mineral enmarcan los límites de la vestimenta más pesada. Porta una tela genérica y casi completa que oscurece la mayor parte de su ser, mientras que, aquello que necesita de mayor protección se encuentra tapado con una indumentaria que, dentro de todo, acaban viéndose elegante. Lo que parece un sostén cubre los generosos senos de la fémina. Un taparrabo es lo que cubre la intimidad de la chica, apoyándose en los arreglos dorados que, astutamente, armas y esencias ocultan entre sus finos acabados. Una capa resguarda toda su espalda, usando como apoyo único el grueso collarín dorado que mantiene su cuello intacto; más que un ornamento se trata de protección. Hebras lacias y azabaches cubren su frente, tan oscuras como el alma que presume poseer, sin embargo, entre ésta penumbra se contrasta el brillo de su cabellera, delatando en un lenguaje mudo su verdadera identidad. Una mirada de tonos violáceos, adornada por largas pestañas y unas dulces ojeras. Facciones delicadas, propias de la inexistente realeza de Karr. Labios pequeños y rosáceos, bajo el dominio de una nariz respingada y llena de gracia. En la coronilla de la pantera puede apreciarse lo que sería descrito como una tiara de princesa ancestral, arreglada en un exquisito zigzag, dando las curvas necesarias para restarle la brutalidad que no ocupa ni necesita. Suele portarla todos los días y cuando duerme la guarda en una caja especial. Disfruta del uso de unos tacones del mismo tono que los arreglos de su vestimenta, circulándose en equis por sus frágiles tobillos.
Extras. Gustos —Las caricias en su barbilla, pero claro, no cualquiera lo puede hacer. Confianzas de buenas a primeras merecen unos buenos golpes de los que los descarados no se salvan. —Los gritos, ¿qué culpa tiene ella? ¡En especial si se trata de adultos con ansías de vivir! Y cobayas. Le gusta torturarlas. —Le encantan las pestañas húmedas. Podría romper el corazón de alguien o provocarle dolor solo para ver aquello que tanto le fascina. —Imitar animales. —Las cosas de color dorado y el oro. —Le gusta el sudor pero al mismo tiempo lo detesta. Se le hace atractivo en individuos, pero odia que se acerquen a ella. —Los esclavos. Disgustos —Los dulces. No son de su agrado. —Los niños, que no le guste verlos siendo abusados es distinto a que sean de su gusto. Detesta los llantos. —Detesta el color naranja. —No le gusta el aliento de dragón. —Le parecen ridículos los sombreros de los brujos. Podría quemarlos si esto estuviera en sus manos. Habilidades —Es una joven que destaca en la medicina, teniendo la particularidad de que siempre busca innovar. No le gusta quedarse con los conocimientos que en su tierra se le fueron inculcados, sino que busca ir más allá; incluso, y si está en sus posibilidades pagar por hierbas, no duda en tomar la oportunidad aunque le resulte costoso. A fin de cuentas, siempre cobra lo que su trabajo vale. Jamás regala su esfuerzo, y si lo hace, siéntete especial. —Naturalmente, es una joven que se ha visto obligada a aprender defensa personal. Evita los conflictos y procura alejarse de los mismos , pero cuando es inevitable… Es inevitable, motivo por el que ha aprendido a defenderse como se debe. Saber empuñar un arma y no se toca el corazón si debe acabar con la vida de alguien. —Conoce el manejo de armas blancas; como no le gusta cargar con cosas, prefiere tener armas que se escondan entre sus vestimentas. —Si tiene las herramientas, puede asesinar con sus conocimientos de medicina. —Tiene mayor resistencia con los venenos gracias a su profesión. Debilidades —Está obsesionada con el orden, al punto en el que estar arreglando sus cosas la atrasa con sus responsabilidades. —Físicamente es una joven débil. Aun cuando sabe defenderse, esto no implica que pueda enfrenptarse con todo aquel que se posa en frente de ella. Cuando tiene la oportunidad de correr, siempre lo hace. Conoce sus límites. —Es más insegura de lo que aparenta debido al abuso que sufrió de menor. Aunque no lo admita, necesita de aceptación para sentirse bien consigo misma. —Si en algo tiene corazón y se toma el descaro de externarlo es en el abuso en las mujeres menores y los niños. Si es necesario intervenir, lo hace, pero no siempre es heroica, también depende de la persona que lleva a cabo dicho abuso. No es tan buena como en el fondo le gustaría, sin embargo, acepta las cosas de ésta manera. Armas —Las únicas armas destacadas son dos dagas.
provenencia Tharja — Fire Emblem “Es magia; cuánto más das, más tendrás. Amando también todos te amarán’’ |
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Asenat Thema
Re: —Asenat, la curiosidad andante.
Te damos la bienvenida a Partem Septem y esperamos que lo pases en grande con nosotros, Asenat ¡Puedes empezar a rolear!
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