Maybe the beast doesn't like this bait [Persephone]
Partem Septem :: Clanes :: Nurén :: Playas
Maybe the beast doesn't like this bait [Persephone]
Muchos decian que el oro tenia un fuerte influjo en los dragones, que bueno que en el caso de Kurau ya no fuera un dragon de puro derecho porque ya no podía transformarse en uno. Arregló dos caballos dispuestos a llevarlos a ambos, era bastante mas fan de la libertad de un caballo que un incomodo y traqueteante carro, y pensaba que Persephone agradecería el poder galopar a su ritmo con la libertad que le daban los caballos a una lona de piel en un maltrecho carruaje. El nunca usaba un mismo caballo dos veces porque muchas veces tenia que caminar largas distancias en poco tiempo y ni un solo caballo aguantaria tanto tiempo recorriendo todo el continente. Preparo los caballos y se puso en marcha a medio dia, habiendose asegurado de llevarlo todo, de que ella estuviera lista y partieron bordeando la costa, el objetivo las playas de Núren, donde se decía que aquellas dos enormes serpientes, aunque una titánicamente mas grande que la otra yacían. Casi parecía que todo se habia alineado para una excursion que, en terminos de transporte duraria casi cinco horas. -No se te da nada mal -aseguraria antes de dar un seco golpe a las riendas para que el caballo acelerara. -¡pero yo soy el rey de los jinetes! -diria saliendo disparado junto a ella, incitandola a seguirla en aquel juego de casi niños, con el aire agitando su larga melena, removiendo su ropa mientras se levantaba un poco sobre el caballo para evitar que el frenético ritmo golpeara demasiado sus pantorillas y para ser un poco mas aerodinamico inclinandose hacia adelante.
El sol pronto se pondria por el oeste pero el cielo se teñia de una paleta de colores rosaceos, el ambiente era aún calido aunque bastante mas fresco al estar junto a las orillas del mar, no pudo evitar inspirar con fuerza para sentir aquella brisa colandose en su cuerpo. Miró con atención el reflejo del mar y el Sol y fue aligerando cada vez mas el paso. -Hay un pequeño pueblo por aqui, es bastante discreto, esta a unos pocos kilometros hacia el oeste. Dejaremos los caballos ahí, que descansen y bajaremos a la playa ¿si? -la miraria con una sonrisa antes de volver a hablar. -Ademas necesitaremos algo de cebo para que vengan. No se que podran querer pero igual ir con las manos vacías es una mala idea. -aseguraria visualizando con su buena vista, en la lejania, aquel pequeño pueblo que se asentaba casi en un acantilado. No se detuvieron mas tiempo del necesario, no habia prisa en hacer eso y tenian aun mas de dos dias por delante. Se hizo con un poco de carne, aunque ese poco era el equivalente como para saciarle a él durante un par de dias, ventajas de que en su forma humana no comiera lo que un dragón, lo enrolló en unos limpios paños y tras envolverlos en una bolsita de tela caminarian juntos bajando por aquella pendiente natural del terreno que mas pronto que tarde desembocaba en aquel mar que...olia a mar, por extraño que sonara. -Hasta el mar esta en calma, si algo tan grande como una de esas serpientes sale a la luz lo notaremos enseguida, no podiamos tener mas suerte. -diría con una sonrisapasando la diestra por la cuerda tensora de aquel arco compuesto acariciandola y jugueteando con la yema de su dedo. -Creo que hacia medio año que no venia por aqui. -conocía el pueblo y de hecho el que le debía un favor lo habia encontrado aqui, era una de las pocas personas que iba a matar y que vió que simple y llanamente no se lo merecían, asi que su codigo de honor le hizo preguntarse porque alguien lo querria ver muerto y al escuchar la historia acabo atravesandole el craneo con una flecha al mismo que le habia contratado. -Pero se respira tanta paz que casi parece otro mundo. -al menos al que ambos estaban acostumbrados.
Kurau
Re: Maybe the beast doesn't like this bait [Persephone]
Persephone
Re: Maybe the beast doesn't like this bait [Persephone]
-No es nada, de verdad. -le respondería en un susurro mostrando una evidente sonrisa que no pudo contener, especialmente ante aquel beso. Ese tipo de besos no podían pagarse y los dos sabían, porque no era dinero con lo que ella se los cobraba, sino quizás con amistad, o complicidad. Descendieron a un paso tranquilo, visualizando el mar y yendo de la mano, casi como una pareja que recorría el mismo camino hacia el mar disfrutando de una tranquilidad que, en el caso de ambos, no era mas que temporal. Pero estaba mas que dispuesto a hacer que ese fin de semana fuera inolvidable y siempre quisiera volver a repetir. -Puedes imaginar lo fácil que le resulta a ellos el cazar teniendo bosque a todos lados. -aunque concordaba con ella, no solo era mas barato sino que tenia mejor calidad que cualquiera que compraran en el mercado de Karr. -Pero no te preocupes, a ti te espera mejor carne que esta, pero tampoco les voy a lanzar un venado para que ni aparezcan. -no era tonto e imaginaba que a aquella bestia gigantesca, si quería carne, no le importaría lo que fuera. Dejo que corriera por la playa como una niña pequeña, algo que le dio no solo una sonrisa sino un brillo en su mirada, antes de descalzarse el y caminar mas cómodamente sobre la blanca y pulida arena. Mentiría si Kurau dijera que al acercarse la rubia no se esperara un beso, motivo por el cual se inclinó antes de sentir como le quitaba el arco.
-¿Qu-que vas a...? -preguntaría el arquero antes de perder su arma, con una agilidad que casi resultaba asombrosa porque no se la esperaba de ella. -Espera. -diría intentando ir hacia ella corriendo por aquella arena y deteniéndose a un lado. -¿Estas segura que sabes usar un arc...? -pero cerró la boca de lleno no cuando disparó, sino cuando coloco la flecha perfectamente en la cuerda tensora, incluso la postura de su espalda era buena, su brazo derecho no tanto porque su hombro estaba elevado mas de lo recomendable pero su disparo fue tan bueno que con aquel gran trozo de carne consiguió que llegara a unos ochenta metros. Se giró tras escuchar el sonido del agua tragándose aquella flecha y la miró a los ojos para señalarla con el indice. -No se donde lo has aprendido pero tienes una buena técnica, no perfecta pero muy buena. -aseguraría antes de sujetar el arco en su palma y pasárselo por su espalda. -¿Crees que lo llegaran a oler? Digo, si es que esos bichos pueden oler. Acerquémonos a la orilla a ver si deciden salir. -le sugeriría caminando hasta donde la arena estaba mas húmeda y dejaba la planta de sus pies, avanzando hasta que aquel caliente agua del mar, probablemente porque al ser el atardecer acumulaba todo el calor del día. La miro de refilon, sintiendo aquellas olas apagarse a unos cuantos metros y como aquella espuma viajaba hasta ellos, deshaciéndose entre su piel y la superficie de la orilla. -Con suerte igual solo necesitan un poco mas de comida. -diría usando una de las flechas de su carcaj para ensartar el resto de la carne y sujetar el arco. -Así que habrá que pedirles 'por favor' que vayan saliendo. -colocaría el culatín de la flecha en la cuerda, tiraría de la cuerda tensora con la flecha entre ellos y apuntaría con un angulo de setenta grados antes de disparar, acumulando su poder en aquella flecha y haciendo que cuando ascendiera al cielo se fragmentara en varias esquirlas, haciendo que la carne se dividiera cayendo al agua y dejando un evidente rastro de sangre mientras se hundían en el fondo de aquel salino mar.
Se colocó el arco antes de mirarla de arriba abajo. -Es una pena que te hayas mojado tanto con lo bonito que era lo que llevabas. -diría señalándola aunque estaba bastante seca y cuando picara para mirar hacia abajo se inclinaría hacia adelante con sus brazos extendidos para azuzarle unos cuantos chapoteos de agua contra su piel en una rápida sucesión para evitar siquiera que intentara huiro. -¡No dirás que no te avisé! -diría divertido como un niño corriendo hacia ella para mojarla aún mas. -¡Ya puede salir una de esas serpientes o las dos que no te salvaran del agua! -aunque dicho fuera, si algo así aparecía e intentaba atacarles tendría que sacar la artillería pesada. Y Kurau era como un cañón, capaz de hacer terribles daños, pero frágil como el cristal.
Kurau
Re: Maybe the beast doesn't like this bait [Persephone]
Persephone
Re: Maybe the beast doesn't like this bait [Persephone]
Rió con suavidad ante su plan, mientras ensartaba el resto de carne en aquella flecha antes de mirar la playa para preparar el tiro para llamar la atención de aquellos enormes bichos, si es que con un kilo y medio de carne iban a hacer acto de presencia. -Sabes que a tu lado hasta la comida de Karr, con lo insulsa que es, sabe deliciosa y que no hay mejor manta que tu cuerpo sobre el mio. -añadiría con una juguetona sonrisa. -Pero te mereces mas que un pincho moruno de cena en tu fin de semana en Nuren. -reconocería pese a lo mucho que le gustaría él que ella fuera su manta, porque era mejor que cualquier manta, porque no solo te reconfortaba sino que olía bien, era mas suave que la seda y cuando le abrazaba se sentía minúsculo como un copo de nieve en mitad de un gélido glaciar. El intento hacerla reír, hacer que sonriera y que le devolviera aquel pequeño juego como los dos niños que ninguno había podido ser pero no se esperaba que fuera tan rápida para huir de él que ni siguiéndola pudo echarle mas gotas de agua porque huyó hasta la orilla y le lanzó eficazmente un puñado de arena que choco contra su abdomen y se coló entre las capas de su prenda superior, que no era mas que un kimono masculino abierto.
Hizo un mohín al escuchar esas palabras pero anoto algo en su mente: ni el tenia gracia alguna ni tenia que volver a intentar algo similar. -Nadie se ha resfriado por un poco de agua y menos del mar. -de hecho era un remedio para el resfriado, o la congestión. Se apartó aquellos copos de arena antes de caminar junto a ella. Agachando la cabeza suavemente a modo universal de 'culpa mía' retiró la manga derecha de su ropa y negó con la cabeza mientras hablaba. -Nada de echarte mas agua, lo juro. -diría antes de retirar el nudo de la parte inferior de su cintura para después colocarlo sobre los hombros ajenos, era una sola capa, medianamente gruesa lo que servia bastante bien para el entretiempo y mas teniendo en cuenta que él estaba mas que acostumbrado. -Es un poco pesada -al menos para ser una prenda sola y medio abierta. -pero te refugiara del frío. -le dijo ayudando a que metiera el brazo en la manga mirando el mar del reojo al escuchar su pregunta mientras se dirigía a unas cuantas rocas que sobresalían de la arena, pulidas por el paso del agua pero secas al estar la marea baja fue junto a ella antes de buscar algún signo de actividad en aquella gran masa de agua, por mínima que fuera. La luz del atardecer impactaba con cada vez menos fuerza y todo seguía en calma en aquel mar dorado. -No tiene mucha pinta la verdad. -confesaría con una sonrisa triste, él quería que realmente llegara a verlas, que tuviera aquello que tanto quería ver aunque fuera en la lejanía y le entristecía no ser capaz de darle lo que quería.
Deslizó su mano a al muslo de la joven, acariciándolo con sus yemas de forma suave, desviando su mirada de aquel mar en calma para dirigirla a las orbes ajenas, siendo incapaz de dejar su sonrisa ante aquellas caricias, ante las palabras que chocaban contra la piel de su cuello en un lento susurro y casi hacían que se erizara su piel. -Y yo también, como si no salen en un año ent... -pero hubo un temblor, lo notó, durante un instante pensó que sería alguna estampida, pero en las playas no habían estampidas, y un terremoto sonaba sospechoso teniendo en cuenta que estaban buscando a algo casi tan grande que podía superar a una ciudad, o eso decían las leyendas, y su instinto dragoviano quizás lo ultimo que quedaba de un dragón en él. -¿Lo has notado? -le preguntaría apretando sin querer de forma instintiva el muslo ajeno, separándose de aquella roca y notando otro pulso, uno mas intenso que removió el agua como si una pesada piedra cayera sobre ella. Esperó que algo saliera del interior, a lo que serían unos ciento cincuenta metros de la orilla pero tras unos segundos no pasó nada. -No se si eso cuenta como verlo pero si eso es una ballena tiene que ser la mas grande de todas. -giraría su rostro para verla antes de que el sonido de una seca explosión en el horizonte llamara su atención.
Una gigantesca columna de agua se elevaría como si una explosión hubiera sucedido en su interior, esta se rompió al emanar una criatura de titanicas dimensiones, elevando su serpenteante cuerpo hasta alzarse sobre el agua a una altura superior a la de varios palacios, con un cuerpo que casi le recordó a el mismo porque al igual que en su forma de dragón dibujaba círculos al ser un dragón asiático, salvo que esa criatura era por mucho mas grande de lo que el había llegado a ser. Y si esa era la pequeña no quería ver a su madre, o a su padre. O a quien diablos fuera la otra. El agua retrocedió ante aquel acto de presencia para volver instantes después. Kurau tuvo que evitar que una gran ola les golpeara formando una semi-cúpula de hielo a modo de escudo que resistió el impacto inicial, separando el agua antes de que les golpeara y cuando el oleaje descendió sintió el impulso de sujetar el arco con fuerza. Aunque tenia la sensación de que a ese bicho una flecha le parecería menos que un pellizco. -Vale...bonito...o bonita...¿tu cual de las dos eres?
Kurau
Re: Maybe the beast doesn't like this bait [Persephone]
Persephone
Re: Maybe the beast doesn't like this bait [Persephone]
Asintió suavemente, desviando sus apagadas orbes a las de la joven, mientras sus trabajadas manos, un tanto endurecidas por el paso de los años y de los esfuerzos que habían y siguen soportando, recorrían la cintura de la joven, apoyándose contra aquella roca mientras la recibía sobre sus piernas, con una sonrisa en el rostro que le hizo olvidar por completo algo de lo que sus sentidos le habían advertido. Los movimientos de su cintura hicieron que su congelado corazón latiera con mas fuerza, mostrando unos perlados a la par que afilados dientes. -¿Que bichos? -le preguntaría contra sus labios, ignorando algo que ellos dos habían estado buscando o buscaban hacía un segundo de forma juguetona. -¿Quien necesita a esas serpientes cuando estás aquí? -le preguntaría buscando sus labios sin querer dejarla contestar y siendo aquel momento intimo escindido firmemente. Sin embargo cuando el mar se replegó y ya lo había percibido en su oído afilado no le faltó tiempo para hacer que emergieran frente a ellos unas estacas de hielo desde el suelo, rozándose entre ellas y desplegando la forma de una pequeña barrera cilíndrica de hielo que soportó el primer impacto de aquella gran marea antes de quebrarse por la sal y la fuerza, rompiéndose una vez el agua comenzó a retroceder.
Por instinto se aferró a ella mientras su instinto de cazador o de dragón le decía que se preparara para atacar porque aunque no pudiera transformarse seguía teniendo esa parte dentro de él. El instinto. Negó con la cabeza ante lo que decía y dejó de sujetar la cuerda tensora del arco con la diestra para entrelazar sus dedos con los delicados y suaves de Persephone, retrocediendo lentamente, como si aquella bestia de mas de cien metros fuera a verlos, cuando probablemente si no era ciega serian para ellos como dos pulgas de pequeñas. -He cazado muchas cosas, y matado otras tantas pero se, con total seguridad que esa de ahí me aplastaría antes de que pudiera hacerle nada. -no se esperaba que la rubia saltara desde aquella roca pero pese a que la diferencia de peso no era demasiado grande, la normal entre un hombre y una mujer, y pese a que él era bastante mas fuerte que un humano común, pudo atraparla en el aire pero el impulso y su evidente distracción al mirar a aquella gigantesca criatura en el horizonte hizo que cayera de espaldas contra el suelo riendo por alguna extraña razón antes de cruzar sus brazos tras la espalda ajena y dedicarle una sonrisa antes de que se separara. -Tu me demostraste muchas mas cosas, buscar a una mítica serpiente es lo mínimo que puedo hacer. -le aseguraría antes de levantarse, apartando la arena de sus pantalones mientras caminaba junto a ella, mirando a aquella serpiente que se contoneaba en lo alto del agua, antes de que chillara, o el equivalente para uno de esos animales, ¿bufara? ¿siseara? Y una pequeña onda de viento agitara el mar y se expandiera por la orilla como una ráfaga de aire sorpresiva.
Intercaló una mirada con la joven, caminando hacia el mar, descalzo y haciendo que la fina capa de agua mas superficial se congelara para después mirar a la rubia, llevando sus propias manos a la espalda. -¿Quieres acercarte? Con su tamaño dudo siquiera de que nos vea, parece un poco...mansa. -evidentemente para alguien de tantos metros de altura ser manso no implicaba que si se dejaba caer sobre alguno de los dos moriría sin lugar a dudas. -Ademas si puede olernos no creo que nos ataque, debemos de ser primos, muy...muy...muy lejanos. O algo así. -se movía igual que él cuando podía transformarse, su estructura era similar a la que recordaba de si mismo y separando el que le sacara ochenta metros mas o menos, solo en la superficie, eran mas o menos primos hermanos.
Kurau
Re: Maybe the beast doesn't like this bait [Persephone]
Persephone
Partem Septem :: Clanes :: Nurén :: Playas