Far Beyond Salvation [Priv/As]

—¿Cuanto tiempo lleva perdida?— pregunto serena pero a la vez, con cierto aire meditabundo. Estaba recolectando la información necesaria pues ella siempre ponía sumo cuidado a los detalles. Tenia que admitir que costaba trabajo tratar de sacar la información necesaria cuando los padres estaban en shock, mas aun que con cada vocal que pronunciaban le sumaba alrededor de cincuenta sollozos. No los culpaba, era su hija la que estaba perdida, comprendía esas emociones pero si quería resultados, necesitaba ser fría a toda costa, mas aun con un niño perdido. Si perdía su tiempo consolando a sus padres, le restaba horas o quizás minutos a la cría perdida. En el fondo quería reclamarles por no haberle cuidado lo suficiente. ¿¡Como demonios dejan sin supervisor a un niño¡? Por mas auto suficiente que fuese, un niño, es un niño.

—Hmm....— Libero de la nada mientras pensaba. Al menos a los pequeños que decidían ser guerreros, como Raizel, los entrenaban mas jóvenes de la muchachita que tenia que encontrar.
"Son cosas que pasan y solo estoy perdiendo mi tiempo pensando en cosas que salen de sobra discutir." pensó la joven albina mientras su único ojo miraba a los padres que continuaban hablando: Desde como lucia, que llevaba puesto y claro, ya estaban pensando lo peor...



Despertó de golpe en medio de la noche sin poder regresar a dormir. Fue abrupto, en automático. Salio de aquella pesadilla para encontrarse sola y en penumbra en su tienda, como siempre desde hace años. Llevo una mano a su cabeza, mientras respiraba agitada, maldecía por lo bajo, no toleraba aquellas pesadillas pues de alguna forma se sentían tan reales y tenia miedo que del país de lo sueños, estas se convirtieran en realidad. Justo  como años atrás. Respiro profundamente para calmarse y se tiro sobre la bolsa de dormir, puso su antebrazo sobre la frente y su mirada se perdió sobre el techo de la tienda, podía oír  al resto, ya fuera susurrando o durmiendo. eran los miembros del clan, sus tiendas que colindaban con la suya que como quisiera estaba recluida del resto, parecían mas interesantes de oír que escuchar sus pensamientos tortuosos. No podía concentrarse, le molestaba, detestaba tener esas pesadillas que le recordaban aquel funesto día. Ese era el problema con esa clase de sueños, cuando quieres volver a dormir te dejan una marca de angustia y terror que no te dejaba caer bajo la pesadez de los parpados. No supo cuanto tiempo estuvo así pero al parecer fue bastante ya que cuando por fin estaba cayendo de agotamiento, oyó el ruido de los niños corriendo de tienda en tienda buscando compañeros para jugar, así como  la algarabía del resto del clan que se preparaba para iniciar con su día.

"Demonios....."






—.... Saben que lo que necesitan ustedes no es un guerrero como yo sino un cazador, ¿cierto?— comento en voz suave, parecía calmada y aunque parecía irritada, estaba bastante calmada. Estaba comentando algo que era cierto. Los cazadores tienen habilidades de rastreo , darían mas fácil con ella y, de haber una bestia acechando a la cría, podrían disponerse a eliminar al objetivo y darle caza. No solo eso, si se había perdido en las cuevas como decían, un explorador seria necesario. Esto era en cuanto a oficios y eficacia. Raizel miro a los padres que estaban inconsolables, parecía que les demostró  que habían cometido un error y que de hecho, la sugerencia de la híbrida era mas viable. Antes que se disculparan, la chica movió su mano en un vaivén suave para indicarles que descuidaran, que todo estaba bien.— Iré a buscarla, si no me equivoco, los cazadores andan en la rutina y para cuando se desocupen quizás sea tarde.— eso fue lo mas cercano a  "No se preocupen, yo me encargare a encontrarla", es decir, eso fue lo mas amable que pudo decirles pues no se le daba bien ser la chica buena de la historia.

¿Cuales eran los motivos detrás de ayudarles? Su deber era proteger a los miembros del clan a toda costa, por algo escogió el camino del guerrero. Ademas, de alguna forma quizás deseaba enmendar cierto acontecimiento aunque...bien sabia que en su caso no seria tan fácil...

No se espero a que le dieran mas explicaciones, solo dijo aquello y la albina dejo a los padres  que, estupefactos, la vieron partir. Camino a paso seguro, no tenia problema, llevaba siempre consigo su espada, no fue a catapultarse a las cuevas pues no era tan estúpida. Sabia orientarse y demás pero si quería no perder su tiempo en vano, no estaba para sus tonterías. Si, odiaba tener que pedir ayuda de la gente, la detestaba con todo su ser, le  daba pena ajena tener que pedir favores y tragarse su orgullo. Raizel solo trabajaba con alguien si era estrictamente necesario o si su líder lo mandaba. No quería aceptarlo, pero le daba vergüenza hacerlo, no lo admitiría tan fácilmente y no lo haría notar a nadie.


La atmósfera que se sintió en cuanto la joven interrumpió una reunión entre exploradores, quien sabe cual era el motivo de que todos estuviese aglomerados allí, poco le importo. Eso si, el que la vieran los mas jóvenes les causo una especie de escalofríos y la tensión se creo. Ella tenia muy mala fama y mas de uno trataba de cruzarse en su camino, creo que era así entre todo el clan sobretodo en los mas pequeños. Su mirada aterraba y mas aun cuando tenia desenvainada la espada y la posaba en su hombro. Esto no parecía como si fuera un favor sino mas bien un secuestro. No le intereso que dirían o que tanto murmuraban unos, pese aquel ambiente funesto que causo la joven esta hablo como si nada y con un estoicismo épico para el tipo de situación que se avecinaba. —Necesito a uno  de ustedes que me guié por las cuevas.— su tono era mas una orden , en efecto ella venia a raptar al primer desgraciado o desgraciada que accediera. Espero respuesta pero no vino nada de momento. La tuerta miro de un lado a otro pero de buenas a primeras no recibió alguna respuesta. Suspiro con pesar, algo irritada y les hablo. —Bien, me llevare uno de ustedes a rastras si es necesario...— avanzo sin pena y se dispuso a coger el primer desafortunado de los mas jóvenes y lo alzo como si fuera un vil saco de patatas. era flaco el chaval y encima muy joven así que no tendría problemas llevándoselo a todos lados. Justo se iba con la victima cuando uno de los mas "valientes" le reclamo, diciendo algo que no podía llegar y tratar a la gente como si fueran simples herramientas. La mujer le fulmino con la mirada aunque igual en ese gesto demostraba indiferencia.— Ah, ¿no puedo?— dijo con evidente sarcasmo y se puso delante del que la confrontaba, dándole a entender que no le importaba sus reclamos y mucho menos en estos momentos se retractaría. el aire que denotaba la chica era uno de cuidado, tal como mira y acecha un asesino. —Mira, no tengo tiempo para gastarlo en  tonterías. Quiero que me guíen por las cuevas de manera eficaz...y creo que ese es vuestro trabajo hacerlo, no?— era bastante grosera y despectiva mientras decía cada palabra , aun así su voz era suave pero penetrante una combinación muy violenta. —Si tengo que llevarme a uno en piezas, lo haré, así que mejor terminemos con esto.—  cortantemente le dijo. Fue muy violenta y era que con urgencia lo que necesitaba, pero tampoco rogaría o perdería su tiempo. ¿Que les costaba hacerlo?