With Cold and Danger [libre]
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With Cold and Danger [libre]
Tomo su tiempo pero las noticias llegaron a los demás caminos, Vera, quien frecuentaba lugares más fríos recorrió en solitario todo el camino hasta bajar a las zonas menos nevadas del sur, en la frontera con Roar y Torava. Curar a los heridos fue su primera tarea, empleando hierbas de la zona circundante para limpiar y cerrar las heridas, usando su acupuntura para que el dolor fuese menos intenso. Hacia todo lo que estuviese en sus manos para ayudar a la gente, pero solo estaba curando los síntomas, no la enfermedad. Le quedaba trabajo por hacer, pero al terminarlo, su meta seria averiguar todo lo posible sobre los encuentros con esos animales, quizás así podría detenerlos y con ello evitar que estas personas pudiesen recuperar parte de su tranquilidad.
Vera Nagare
Re: With Cold and Danger [libre]
En un lapso de tiempo menor al esperado por fin había llegado a esas tierras menos nevadas, la frontera con los Roar y nuestros aliados los Torava. En cuanto puse un pie en aquel lugar me dediqué a recabar información sobre las bestias que acechaban a esta gente. Consulté primero a los testigos que habían salido ilesos, los describían como felinos enormes que poseían dos grandes colmillos, tan enormes como sus zarpas y su insaciable sed de sangre. Me quedo un poco descolocado pues no recuerdo haber visto bestias así en tierras Artae. Otro dato interesante es que según lo relatado estas bestias parecen haber formado un hogar en una pequeña aglomeración de cuevas al sur de aquí. Ahora entiendo, esta gente no puede refugiarse en ellas, han sido expulsadas por esas bestias.
Agradezco la información y marcho a ver a los heridos, intentar hablar con ellos, tal vez posean información clave para ayudarme a lidiar contra estas criaturas. Apenas entro a la tienda de campaña donde los heridos están siendo atendidos, mis ojos se posan sobre una figura ya conocida para mí y no puedo contener una media sonrisa -¿Vera? Por fin me encuentro una cara conocida en este lugar- me arrodillo a su lado, el herido que ha estado atendiendo duerme tranquilamente, intento ignorar la fea marca de garras que ha pasado sobre su rostro -¿Los heridos te han dado información? Yo he conseguido algo- si ella también sabe algo entonces estaremos de suerte, solamente habría que ver cómo proceder.
Invitado- Invitado
Re: With Cold and Danger [libre]
Fue nada más llegar a una aldea cuando me di cuenta de que ocurría algo extraño. Algunos de los edificios estaban dañados y se oía un murmullo que aumentaba conforme me acercaba.
- ¿Eh?- me acerqué a un grupo de personas que discutían acaloradamente y no tardaron en informarme. Al principio me costó creérmelo. Luego me di cuenta de que era verdad. Me dirigí a donde estaban los heridos. Traté de no mirar fijamente a los heridos, sin poder ocultar una mueca de disgusto.
Me acerqué a dos artae que no se encontraban heridos sino que se ocupaban de los afectados.
- Hey.- saludé, alzando la mano y dedicándoles una sonrisa.- ¿Puedo ayudar?- me arrodillé a su lado, con una mano en el suelo. Me aparté el pelo de la cara con la otra mano y traté de evitar mirar fijamente al herido.
Djana Rashid
Re: With Cold and Danger [libre]
Al llegar, cosa que le tomó unos cuantos minutos, vio a unas muchachas que ya estaba ayudando, descendió del caballo y se aproximó.
—Hola, he venido a ayudar en lo que se necesite, han visto algo extraño o aun no?—preguntó raudamente, comenzando a auxiliar a los heridos—tranquilo, este va a doler un poco, pero te ayudará con el dolor—dijo el elfo al tiempo que colocó una de sus finas manos que empezó a brillar sutilmente sobre la zona ensangrentada de uno de los pueblerinos, el cual se quejó a voz en grito y retorció con intensidad por unos instantes, para luego detenerse y respirar dificultosamente aunque con un rostro ya con más color. Aquella lesión no era tan profunda, mas si había estado sangrando con abundancia y ya la hemorragia detenida.
Eikki Virta
Re: With Cold and Danger [libre]
Vagadus simplemente se encogió los hombros –tal vez haya heridos por las bestias, o muertos, la aldea estaría quemada y no habría…- y lo que paso después fue su cabeza siendo atacada por varios chorros de agua. Con un suspiro el dragón agito su cabeza para quitarse el exceso de agua, tenía que pensar sus palabras para la próxima… si es que pensaba en algo realmente. Sus pies recorrían uno de los caminos para llegar al pueblo en donde se habían indicado ataques de bestias sueltas y peligrosas que ponían en riesgo a los residentes. Nanami pensó en que podrían conseguir un poco de dinero para su viaje, puesto a que ya había pasado semanas desde que tuvieron la oportunidad de conseguir un trabajo y como los viajeros que eran no era fácil mantenerse con unas cuantas monedas.
-tonto… no digas esas cosas- susurró Nanami mientras fruncía el ceño, imaginarse esa escena aterradora le daba escalofríos. Ella estaba sentada en el hombro de nuestro protagonista, presenciando lo que sería un camino casi cubierto de nieve –Ya estamos llegando, según lo que nos indicó el hombre del bar tiene que estar por aquí cerca ese pueblo- dijo la hermana tratando de distraer su mente en lo importante, era extraño que los animales de la naturaleza actuaran así, los libros no indicaban algo por el estilo, era una completa anomalía para ella y valía la pena investigarlo para expandir sus conocimientos, mientras que para el hermano era una oportunidad para pelear y probar de nuevo la carne en sus puños, y si los mataban tal vez disfrutarían de un buen festín.
Aunque el viento gélido pegara contra su piel el dragón de las cenizas no se inmutaba, solo seguía caminando descalzo y sin prenda superior que lo protegiera, estaba más que acostumbrado, mientras que la hermana se le hacía difícil moverse, las extremidades de la muñeca se llenaban de escarcha al pasar del tiempo y la tenía que quitar con magia, era una molestia. El final de su travesía los llevo directamente a un pueblo azotado por desgracias, los ojos de Nanami presenciaron a los heridos sufriendo y a varias personas ayudando, y ella no se quedaría atrás, nunca acabara su preocupación por los demás.
-Vamos, acércate- le dijo a Vagadus quien solamente asintió y corrió hasta llegar a los heridos, era algo extraño y tal vez hilarante como un hombre de su estatura cargara una mochila de ese tamaño, era más como un caparazón de caracol. Miro hacia un lado y después al otro, no sentía algo por aquellas personas que se quejaban del dolor o por las lágrimas que algunos derramaran, no era su problema ayudarlos o no, la misión era dar caza a unas bestias y eso es lo que principalmente iba a hacer, pero no la hermana.
-Baja la mochila y vigila alrededor, podrían llegar en cualquier momento- ordeno la hermana mientras que de uno de los cierres dela mochila sacaba algunas hierbas como telas para cubrir las heridas y, aunque era del tamaño de una muñeca con su magia y conocimientos médicos comenzó a curar a algunos heridos, tenía que hacer algo por ellos sin importar su tamaño. El hermano simplemente dejo la mochila a un lado y se sentó en posición de loto dando la espalda a su hermana, vigilante y en alerta a la espera de que terminara para salir a buscar a esas bestias.
Vagadus Vares
Re: With Cold and Danger [libre]
Seguí buscando entre los escombros, hasta que me cansé. Es cierto que encontré algún colgante de gran valor, también otro tipo de adornos que valían su dinero... Pero lo que más me llamaba la atención eran las huellas enormes de bestia que había por todo el lugar. Sabía que aquellos animales eran realmente peligrosos, y que su tamaño podría llegar a ser un problema en cualquier batalla...
Me encogí de hombros, me agaché donde estaba, agarré una muñeca hecha a mano y me acerqué a donde se encontraban los heridos y demás personas refugiadas. Una niña pronto se acercó a por su muñeca, la cual se la di con una sonrisa y acaricié su cabello.
Caminé hasta donde estaban empezando a reunirse unos cuantos para ir tras aquellas bestias. -Hey... Creo que podré echaros una mano... Aunque no prometo nada- me encogí de hombros y sonreí -Seguramente una piedra hará mucho menos... Y de la unión nace la fuerza ¿No?-. Otra de las cosas que me llamó la atención, es que el pequeño grupo, no era totalmente de seres del Clan Artae, lo cual, me parecía bastante emocionante.
Invitado- Invitado
Re: With Cold and Danger [libre]
Fue entonces que salio a la cubierta del barco volador; observando que aun no llega a su destino sino que parecia ser otro lado completamente diferente; hacer una escala en Artae. Se acerco hacia el frente, al pado de proa para observar hacia abajo, notando de partida que un pueblo que alli hay esta practicamente en ruinas; y no solo eso, sino que algunos arboles del bosque tambien estan tumbados; por lo visto este no sera un buen lugar para hacer negocios. Tomo nuevamente los controles y descendio su barco-casino en las afueras de ese pueblo; seria el lugar mas propicio para ello. No tardo en realizar las maniobras suficientes y tocar tierra, dejando algunos controles andando en caso de que fuese necesario hacer un escape sopresivo, como en muchas oportunidades lo habia hecho.
Fue entonces que cuando descendio pudo observar la devastacion y la quietud del lugar tras la tormenta. Muchos heridos y casi ninguna casa en pie, solamente escombros por todos lados. Podia observar a las personas pidiendo ayuda, pero ella no esta alli para ayudar; si pagaban por la ayuda quizas se las proporcionaria, pero si no habia un buen negocio alli simplemente tomaria sus pertenencias y se iria de la misma forma en que llego. - Ufff... realmente si que hubo un alboroto bastante grande aqui.- Mientras seguia sus pasos; bservando mas adelante un grupo que se congrega, entre ellos se observa alguien con el don de la sanacion, que por lo que ve esta ayudando al resto sin esperar nada a cambio. - Realmente es un mal negocio ayudar a los demas sin recibir una paga a cambio.- Musito mientras continua observando a la extraña que se encarga de los heridos, tambien llevando su vista hacia los demas que alli se encuentran.
Esmeralda
Re: With Cold and Danger [libre]
No tardo en comentarle a mi ilustrísimo acompañante el enorme peligro que supone para una persona tan importante como él permanecer en Artae, así que se quedará en un lugar seguro hasta que puedan venir a recogerle. Ya sin la esa carga me equipo y acicalo antes de partir al sur, pensando que en la gloria que allí me espera.
Para mi desgracia en mi primera parada no fui recibido como un héroe enviado a salvar a los débiles, de hecho no fui recibido por nadie... una aldea fantasma. No hay rastro de violencia así que supongo que simplemente ya han huido. Casi me siento decepcionado, pero que se le va a hacer, a ver si hay mas suerte la próxima vez.
Caestus
Re: With Cold and Danger [libre]
Largas han sido las jornadas de viaje y lenta la cabalgadura a través de las escarpadas montañas, más el tiempo pasado no ha hecho sino acrecentar el temor y la culpa, culpa que suma a la que ya carga de por sí sobre su consciencia pues siente que es su responsabilidad mantener a todos los miembros de Artae a salvo y en esa nueva ocasión como en otras tantas anteriores se ha visto fallándoles, causando mayor dolor y desgracia a los suyos. La espesura del bosque comienza a dispersarse permitiendo al demoníaco líder vislumbrar entre la hojarasca lo que parecen ser las ruinas de un pueblo; espoleando su montura instando al animal a apresurar aún más su galope, tras él puede oír los relinchos de los caballos de sus acompañantes que seguramente imitan su acción.
Mientras más se acercan los murmullos, gritos y sollozos se elevaban en el aire, al momento de llegar el panorama que les daba la bienvenida a los tres jinetes era desgarrador; casas destruidas o al borde de desplomarse en cualquier momento, miembros artae ayudando a otros que se encontraban heridos o inconscientes, la impotencia encogió el corazón de Elessär al presenciar el desastre ante sus ojos. — ¡Crodyr, ocúpate de los heridos, si hay médicos que puedan ayudar organízalos! ¡Vetio! … no, por el momento necesitamos saber qué exactamente ha ocasionado estos daños para saber a qué a tenernos, pregunta a todos cuántos puedan saber algo. — En ningún momento el demonio mira a sus acompañantes, pero cuando estos pasan a su lado en caminos opuestos observa sus espaldas… en ese instante y con la actual situación no puede darse el lujo arrepentirse de haberlos traído consigo a pesar de lo cerca que ambos están de llegar al fin de su ciclo… de su maldición.
A escasa distancia sus ojos se topan con cinco rostros de familiaridad desconocida, sin embargo a pesar de la distancia existente con Karr y Roar teme que individuos enemigos se hayan infiltrado con malos propósitos; sin más se encamina hacia aquellas personas, dos de ellas parecen estar brindando ayuda médica a los miembros heridos de Artae, más el resto le causan dudas.
Elessär Várazslat
Re: With Cold and Danger [libre]
La otra fue un chico que era bastante difícil distinguir a simple vista si era o no un hombre y no una mujer, pero empezó a usar poderes curativos para ayudar a los heridos. Vera no lo conocía y desconfiaba un poco de las intenciones iniciales de foráneos a los territorios Artae, pero si esta persona estaba deseosa de ayudar, no iba a ser ella quien le dijese que no, pues estaba muy atareada y como le dijo a la morena, cualquier ayuda era bienvenida – No he visto nada extraño todavía, solo las historias que contaron los aldeanos, algo sobre unas bestias muy peligrosas que los atacaron durante la noche – Era imperativo saber de dónde venían esas bestias y donde se habían originado los ataques, sino era imposible poder predecir la cantidad de personas que podrían salir lastimadas por estos animales. No tardo en aparecer una persona adicional, bueno dos para ser más exactos, uno de ellos cargaba una mochila bastante grande en proporción a su cuerpo y la otra era su acompañante quien se acerco a los aldeanos. Vera inmediatamente empezó a cambiar el ritmo de su respiración, su sangre movía ondas con cada respiración, mientras la temperatura de su cuerpo aumentaba, usando su técnica del Hamon estaba lista para atacar a estos intrusos, pero se detuvo un momento cuando vio que la extraña acompañante del recién llegado estaba atendiendo heridas con unas hiervas. Si no fuese por el conocimiento medico de Vera, no hubiese notado que eran hierbas con fines medicinales.
Otra invitada mas llega a escena, una miembro de los Artae, no era un clan demasiado apreciado por todos al exterior, así que era fácil reconocer a otros miembros del clan pues en algún momento se hubiesen visto, sobre todo para la buena memoria de Vera. Esta chica de cabello rubio se acerco al grupo de médicos, hablando sobre si podría ayudar, la morena alza un momento la vista y mira a su alrededor – Si, cualquier ayuda es bienvenida – Dice mientras señala en dirección a la otra Artae – Solo tienes que ayudar a nuestra compañera con las tablillas, ten cuidado porque muchos tienen fracturas serias y no queremos agravar más los daños – Explica a la rubia para que pudiese ayudar a la otra Artae a estabilizar a los heridos, les esperaba una larga noche con toda esa gente ahí, aunque con las manos ayudando seria más rápido todo y más tranquilo. Un sonido bastante fuerte le alerto por completo, casi le hace fallar un punto con su aguja de acupuntura, los que estaban fuera hablaban sobre un barco volador. Solo los Torava tenían herramientas tan peculiares pero no entendía que hacían los Torava tan metidos en las montañas, no tardo en averiguar cómo se veía el nuevo invitado, o invitada mejor dicho.
La mujer se adentro en el campamento observando a las distintas personas, parecía en cierto modo sorprendida por los daños que ocurrieron pero lo que más llamo la atención de Vera y no en el buen sentido, fue que ella hablo sobre que no era buen negocio ayudar a las personas sin pedirles nada. La morena da una respiración profunda para no darle una respuesta alti sonante a la Torava, no era el momento ni el lugar para ello – Estamos algo escasos de personal cualificado, solo necesito que tomes unas notas de las heridas que tienen para luego los que sabemos de medicina poder atenderlos – Le dice mientras baja de nuevo la mirada y continua con su acupuntura, era importante pues así bloqueaba los receptores de dolor del paciente y podría luego atender sus heridas de manera más correcta, sin que se moviese por culpa del dolor – Espero que entiendas que en esta situación no puedo ofrecerte nada por la ayuda – La morena tampoco iba a ofrecerle un pago o algo por el estilo, pues considero que era muy poca falta de tacto decir eso del negocio en frente de tanta gente, era una actitud similar a la de los médicos charlatanes que sin saber nada de lo que hacían, cobraban enormes cantidades de dinero a las personas.
En medio de todo el tumulto de personas que iban llegando, tanto heridos como visitantes, Vera termina de atender a su paciente. Tras terminar de bloquearle los receptores de dolor con la acupuntura, se dispone a suturarle las heridas con aguja e hilo, estos se encontraban debidamente dentro de una tinaja con agua hirviendo para desinfectarlos. Ella no se quemo al meter la mano en el agua, su cuerpo de dragón era más resistente de lo que parecía a simple vista pero también ayudo que estuviese tan concentrada en el proceso medico que ni le prestó atención a su propio dolor. Se lava las manos pero antes de atender a otro paciente, hubo un tumulto de personas moviéndose, Vera se alarmo porque podría tratarse de un ataque pero al oír una voz de mando entendió de quien se trataba. Salió rápidamente de la carpa para comprobar sus sospechas, era el líder del clan, los pacientes en el interior al verlo se alteraron pues ver al monarca no era demasiado común en el clan. La morena fue rápidamente hacia donde estaba – Un gusto verlo mi señor – Dice la Artae con una reverencia – Debe perdonar mi atrevimiento, se que sus intenciones aquí son buenas pero su presencia está alterando a varios de los pacientes, no quiero que se sobresalten y sus heridas se agraven, espere por favor en la carpa contigua y cuando termine iré a darle un informe de lo que anda pasando – Vera esperaba que el monarca entendiera la situación y regresa a atender a su siguiente paciente. Con tantas manos trabajando no tardarían más de un par de horas en poder atenderlos a todos, al menos a los mas graves y luego podría ponerse a averiguar en mas detalles que estaba pasando.
Vera Nagare
Re: With Cold and Danger [libre]
- ¡A la orden!- exclamó con su voz potente y comenzó a andar en la dirección indicada. Se dio la vuelta a medio camino y gritó:- Solo hay un pequeño problema... y es que no sé cómo se hace eso.- se echó a reír, también de forma escandalosa. La discreción no era su fuerte. Decidió que, pese a todo, algo podría hacer - ¡Era casi imposible de empeorar! - y se dirigió hacia los heridos. Se sentó junto a ellos en el suelo, preguntándose qué tenía que hacer exactamente. Suspiró.
- Eh... Hola.- dijo, hablando con los heridos. - Yo quiero ayudar, de verdad que quiero, pero no sé cómo. ¿Vosotros lo sabéis?- naturalmente, no recibió respuesta. Bufó, exasperada, ¿Cúando iban a enviarle ayuda? Una chica rubia se acercó y Djana suspiró, aliviada, pues estaba a punto de perder los nervios. Parecía estar muy tranquila, pero cierto era que la visión le horrorizaba y prefería no mirar las abiertas heridas y los ojos vidriosos de esa gente.
- Hey. Soy Djana, y tengo más talento que nadie en Artae. Bueno, en medicina hay quienes me superen un poco.- sonrió ampliamente.- En fin, ¿Qué hay que hacer?- se distrajo al vislumbrar a una figura conocida por todos. ¡Era el líder! La joven nunca se había encontrado con él y no sabía qué hacer. ¿Arrodillarse? Ni siquiera la miraba. ¡Oh, cuánto le hubiera gustado que le dedicara una mirada!
Djana Rashid
Re: With Cold and Danger [libre]
¿Cuánto tiempo pasó? realmente no lo sabía, el dragón se quedó ahí acostado contemplando la nada, el aire y las nubes, el cielo y un poco más allá de lo que su vista le permitía, estaba descansando a gusto hasta que alguien comenzó a gritar a lo lejos, ¿Quién era aquel hombre que estaba montado en su caballo? parecía alguien importante por ordenar las cosas y más aún que algunos se juntaban alrededor de él, ¿Acaso iba a dar dinero por el trabajo? Se rascó la cabeza y se levantó después de meditarlo algunos segundos, que más que meditar tan solo era sobrepasar la flojera que tenía. Agarró su mochila y se acomodó las correas.
-Nanami, vamos- le indico a su hermana quien ya estaba aplicando los últimos pasos para tratar una cortada grave, limpio estaba y el vendaje muy bien ajustado. La hermana tan solo asintió y se dejó cargar por su hermano hasta su hombro y ahí estuvo sentada mientras avanzada a donde estaba la gente. Sin mucho que decir o hacer necesitaba estar ahí para pedir el dinero así que no le importó empujar algunas personas.
-¡Ten más cuidado!- grito la muñeca mientras le daba un golpe en la mejilla el cual causo un efecto casi nulo, para estar enojada era adorable. Vagadus tan solo asintió y al estar enfrente de él sin hacer alguna reverencia tan solo se limitó a saludar de manera casual, levantando la mano y agitándola.
-Oye, tú, el que parece ser una persona importante, ¿Es cierto lo del trabajo?- la estupidez e ignorancia de su hermano le sorprendía a Nanami quien solo se limitó a hacer un hechizo de agua para mojarle la cabeza totalmente molesta. Su hermano agito la cabeza sin saber bien lo que hizo, quitando el residuo de agua de sus cabellos.
-Disculpe la ineptitud de mi hermano- dijo Nanami desde el hombro de Vagadus, una pequeña reverencia era suficiente –Yo soy Nanami y él es Vagadus, no somos de estos lares y escuchamos que había criaturas perturbando la aldea, por lo que nos dirigimos a este lugar a brindar ayuda y a saber que estaba pasando- y diciendo esto levanto la cabeza –No esperamos alguna recompensa pero si la hay estaremos sumamente agradecidos por ella- su voz era suave pero a la vez portaba ciertos modales y elegancia. Esperaba que las acciones de su hermano no los metieran en problemas.
Vagadus Vares
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