Musubi I - [Priv. Matthew Shepard]

Primera entrada del diario.

Llevo varios días teniendo estos sueños. Me levanto y hay una especie de pato-rata conmigo (he descubierto que se llama Niffler), es una especie de marsupial que se dedica a usurpar todo lo que puede. Todo es muy extraño, muy realista, el tiempo no pasa como en los demás sueños, cada segundo sigue siendo un segundo y así con cualquier medida de tiempo que tome. Además estos sueños toman un camino lineal, como si uno tuviese importancia para el siguiente y así continuamente. Como si estuviese viviendo otra vida intermitente a parte. Mis sentidos están tan activos como siempre, todo lo que veo, oigo, huelo, saboreo o toco parece totalmente real. Pero eso no es lo más extraño, supongo, lo más extraño es que despierto en un cuerpo que, definitivamente, no es mi cuerpo. Y ahí va mi pregunta (posiblemente nunca respondida):


Todas las personas de mi entorno en estos sueños aluden a una personalidad que no tengo, como si, literalmente, desde sus palabras, "estuviese apagado", "estuviese deprimido". No sé cómo se supone que tengo que actuar. Pero esto sigue, porque al parecer ejerzo de veterinario en este cuerpo y no tengo ni puñetera idea de cómo hacerlo. Llevo tres sueños seguidos haciendo que estoy malo solo para no enfrentarme a un trabajo tan importante como este. Y siempre, siempre, me repiten lo mismo. "Pero si ayer estabas perfectamente, Matthew." Si, Matthew, ese es mi nombre, Matthew... ¿Shippal? No lo recuerdo bien. Desde que todo esto ha pasado he tomado ciertas acciones que me ayudan a "vivir" en este sueño. Lo primero es que diseño una jaula cada mañana (porque siempre desaparecen cuando vuelvo al sueño) para mantener a raya a Niffler, la rata-pato. Intento limitar mi contacto al máximo, encerrándome en una habitación e intentando coinciliar el sueño para ver si así vuelvo a ser yo, pero no funciona nunca. Solo cuando duermo tras las doce de la noche vuelvo a despertar siendo yo. Además, una vez despierto poco a poco olvido el sueño, recordando pequeños detalles como nombres, oficios y demás, pero en general todo se sume en un olvido profundo.

Y aquí viene otra de esas cosas raras que me ocurren, pero esta vez tras despertar. Cada vez que despierto, de nuevo en mi cuerpo, todo el mundo me asegura que el día anterior me lo pasé haciendo nada o sonriendo demasiado o... esta es la peor... vagando por las calles en busca de nosequé bicho. Obviamente no hago eso, ni mucho menos, cada día que me levanto me dedico a lo de siempre, a trabajar con mi piedras. He pensado en preguntar a mis padres o a Dylan a qué se refieren cuando dicen verme "diferente". Tal vez vaya al médico, después de todo. Desde que he encontrado esa piedra los sueños se repiten y es demasiado valiosa como para deshacerme de ella. Tengo que arreglar esto y rápido.

Para concluir esta página del pequeño diario que me ayudará a recordar lo que hice en cada uno de mis sueños y, por ende, a sobrevivir sin llamar demasiado la atención. Esta noche esconderé la jaula de Niffler debajo de la cama para ver si esta vez no desaparece. No sé cómo dormiré con ese bicho a mi lado. Escribiré de nuevo cuando mi cuerpo deje de ser el de A.P.G y empiece a ser el de Matthew Shuck... ¡cómo sea!

Buenas noches, desconocido.

¡Todo esta mal!

No sé ni que día es hoy... Pero llevo soñando contigo frecuentemente, y empiezas a cansarme... No sé si eres un bicho de esos de los sueños, pero creo que ya va siendo hora de que pares.
¡Para! No me hace ni pizca de gracia soñar que me llamo Aaron "Gravedad" o como se llame esta persona.
¡Sí! He estado leyendo sobre los entes como tú... Porque estoy seguro de que eres un "Sanjari", y te debes estar divirtiendo mucho mientras me posees cuando duermo. ¡Exijo una explicación! ¿¡Por qué Niffler esta siempre metido en una jaula cuando me despierto!? Debes ser uno de esos bichos con muy mala baba para hacer algo tan horrendo a un ser tan bonito.

Es como si intentases echar toda mi carrera por tierra... Si no sabes ser veterinario, deja de estar molestándome. ¡Y ni loco pienses que yo soy un buen alquimista! En estos sueños que me haces pasar, no hago más que meter la pata. Eso sí, gracias a ti me he dado cuenta de que el trabajo que desempeño cuando estoy despierto es mucho más maravilloso que estar probando cosas con chismes, los cuales al final no valen para nada. Deberías intentar meterme el cuerpo de un médico, que sé yo... Al menos así yo me lo paso bien curando seres humanos y tú... ¡Tú debes estarte quietecito! ¿¡Entiendes!? Es muy sufrido tener que arreglar TODO lo que tú no sabes hacer... Y el problema es que la gente empieza a pensar que me estoy volviendo loco o tengo depresión, o algo peor...

Así no tendré que estar explicando a todo el mundo que en realidad estoy enfermo... Enfermo físicamente, porque psicologicamente empiezan a sospecharlo.
Te dejo ya claro, que estoy tomándome las libertades de destrozar cositas de tus investigaciones... ¡Para que pares de una vez por todas! No sé si vuelves al mundo de los sueños, pero allí te están tomando por un completo inepto. Por cierto, para ser tan joven tienes cara de tener como quince años más encima... ¿No crees que te cuidas muy poco para ser un ente místico?  ¿Crees que debería usar mis conocimientos sobre alquimia para crearte una nueva sustancia anti-arrugas? Dime... ¿Siempre tienes la misma cara de estreñido o me lo parece a mi?
Sea como fuere, en aquel lugar donde tú habitas, las cosas están muy desfasadas... Sí, he salido a la calle, no tenía pensado quedarme encerrado en casa como haces tú. Y desde luego la ciudad es como muy... ¿Antigua? Es decir... No es como si mi dimensión fuese demasiado moderna, pero hay muchísimos más avances y notorios en tu dimensión.

El caso es... Si vuelve a ocurrir esto... Por dios, no encierres a Niffler e intenta NO cargarte mi estupenda carrera.
Ojala te canses de jugar conmigo, maldi... Sanjari majo, majo...

P.D: Si te preguntan quien eres, eres Matthew Shepard... No eres muy inteligente, ¿Verdad?

Buenas noches, Aaron Gravedad, el Sanjari toca pe... Buenas noches.

Primer contacto.

Parece que... después de todo no hablo solo. Hola, Matthew Shepard.
Antes de decir nada creo que debo pedirte disculpas por provocarte tantos importunios. Creo que, aunque no suene muy convincente, no tengo nada que ver con estos sucesos. Me temo que debo sacarte de tu error. No soy un Sanjari, ni mucho menos. De hecho conozco una especie de cristales dedicados a la magia onírica de estos seres y actualmente ninguno de ellos está emitiendo ni recibiendo la suficiente energía como para provocar... provocar... bueno, todo esto, sea lo que sea. En tu hogar no había ni uno de estos cristales y en mi casa ninguno de ellos estaba activo o tenía la suficiente capacidad como para sobrepasar el límite de activación. Intentaré explicarme mejor. No hay cristal que haga esto y los que hay son incapaces de hacerlo.

Me llamo Aaron Percival Graves y soy un joven alquimista del distrito... bueno, ya sabrás cual. Todo esto resulta realmente confuso para mi. Espero que me entiendas y que mis comportamientos no creen más iras en ti. Lamentablemente... no tengo ni idea de veterinaria y por propio respeto a los animales he de negarme a ejercer dicho trabajo. A cambio, yo no te obligaré a ejercer el mío. Por supuesto seguiré tus directrices en cuanto a Niffler, no volveré a encerrarle. He de excusarme aclarando que la primera noche que lo encerré y comprobé que había escapado sospeché que sería un animal salvaje. Por supuesto, debido a que las manos con las que escribo esto no son las mías, sino las tuyas, seguiré todas tus directrices (hasta el límite que mi propio comportamiento alcance) para amoldarme a tu vida y, por supuesto, a tu persona. A cambio, como debes suponer, solo pediré el mismo trato (para ti será mucho más fácil que para mí, te lo aseguro).

Además, como ya has podido comprobar (pues dejo cada uno de estos escritos en tu escritorio, esperando a que los leas), he estudiado a fondo estos "sueños", sus propiedades y consecuencias. Cada vez que despierto olvido todo lo ocurrido en tu cuerpo, es por eso por lo que he decidido dejar aquí un pequeño resumen de lo que he hecho para que seas consciente de todas las acciones que realizo siendo tú... al menos hasta que podamos solucionar el problema. Pues bien, agradecería que hicieras lo mismo para el bienestar y la convivencia de ambos.

Antes de empezar con la actualización diaria me gustaría aclarar dos detalles. El primero es que te pediría que dejases de destrozar mis inventos. Hasta ahora no pareces capaz de reconocer los realmente difíciles de arreglar... creo que por ahora has destrozado... un sacapuntas automático... una regadera mecanizada... y un... bueno, mejor que no lo sepas... Supongo que a ti no te haría ni pizca de gracia que me dedicase a destrozar tus apuntes de veterinaria o a maltratar algún animal (cosa que hacía cada vez que encerraba a Niffler, por lo que ya he pedido perdón anteriormente). El segundo detalle... es que realmente agradecería que tomases acción en eso de la crema anti-arrugas. No me vendría mal una ayudita con mi salud. Gracias de antemano.



He decidido empezar este diario para mantenerte informado de mis acciones en tu cuerpo. El número de arriba indica las veces que he vivido un día en tu cuerpo, la letra... bueno, es por rellenar, pero allí iría el objetivo de mi día... sin embargo, como apenas me he adaptado a este sistema no actué con un objetivo claro.
Una vez leas la entrada agradecería que hicieses una marca, algo así como una tachadura o algo dibujado,
me es indiferente.

Hoy me he levantado y he bajado a desayunar con tus padres. Son realmente agradables... y cocinan muy bien. He descubierto un poco de tus orígenes y de tu historia. Sé lo aplicado que eres, que fuiste el primero de tu promoción de veterinaria y que eres conocido en Torava por un libro recopilador de especies. Me encantaría hacer uno igual, pero de piedras mágicas, a decir verdad. Me han preguntado si me encontraba bien, pues me veían raro, distante... demasiado... educado. Deberías ser más educado, Matthew... apenas dije "gracias" y "por favor" 27 y 34 veces  perfectamente contadas respectivamente (Lo ideal sería una igualación entre "gracias" y "por favor",
lo siento por ser tan despistado). Tras terminar de desayunar, no sin antes haber descubierto que tu familia también está dedicada a la veterinaria, pedí a tus progenitores que ocupasen mi puesto en la clínica por un día... espero que no pase nada, pero era la única forma de "NO cargarme tu carrera".

He salido a caminar con la intención de comprobar si conocía tu distrito. Eres de Torava, lo cual me alegra,
y ambos somos humanos... cosa que me alegra aun más, sin embargo, no reconozco tu barrio para nada.
He visto ciertos artilugios realmente interesantes, cosas brillantes que en mi distrito no parece haber. Pequeñas máquinas voladoras que ayudan a colgar y descolgar carteles, guirnaldas, banderas y demás. Limpiadores automáticos que se pasean por las calles en busca de suciedad. ¿Es fiesta en este distrito? Todo es... realmente estremecedor. Hay luces por todos lados. Es como vivir casi en el centro de Torava, mucho mejor que en mi distrito. He conseguido cazar una de esas maquinas, la he desmontado para aprender su mecanismo y la he vuelto a montar y dejar en libertad... sin embargo, creo que tus padres me vieron cacharreando con el pequeño volador. Además casi me meto en una pelea por culpa del marsupial (le robó un colgante de cristal negro cargado de magia a una mujer y el marido, bruto él, quiso "darme lo mío" por ello).

Tras volver de mi caminata dormí un poco y me aseguré de que tu mascota tuviese sustento suficiente. Además intenté memorizar algunos nombres. Matthew Shepard, Matthew Shepard, Matthew Shepard... ¿Ves?
Ya me lo sé, no me ha costado nada. Y no hacía falta amedrentarme con ofensas a mi inteligencia... además tu tampoco conoces mi nombre. Volveré a dejarlo aquí para que puedas recordarlo. Aaron Percival Graves.
Mi hermano se llama Dylan Percival Graves. A mis padres puedes tratarles como mamá y papá. Si necesitas saber algo más simplemente pregúntamelo.

La tarde y la noche pasaron fugaces. Son las 23:45 y me queda un cuarto de hora para caer rendido y, posiblemente, despertar de nuevo en mi cuerpo (con las arrugas más cuidadas, al parecer). Espero que el sistema que he decidido tomar sea de tu agrado, si no, siempre puedes dejar una sugerencia y la tendré muy en cuenta, Matthew.

Buenas noches... Matth... ¿Aaron? ¿Cual sería el nombre apropiado por el que llamarte si estás en mi cuerpo?
Es igual, buenas noches, Matthew.

PD: Lamento informarte de que no padezco de estitiquez, aunque agradezco tu preocupación por mi salud y por el estado de mis heces. En caso de que ocurriese algo así... bueno, supongo que tú como veterinario tendrás más idea que yo de qué hacer.