Un viaje mas hacia lo desconocido. [privado] [ Korielstrasz ]

Una vez mas me habia preparado para viajar, sentía dolor en mi corazón por dejar aquel gran árbol, mas partía con la seguridad de que todo estaría tal y como lo dejaba, mis hermanas mas cercanas esperando a que regresara, y sin duda alguna visitaría a mi amiga herrera una vez tuviera todo mas que arreglado, pero mientras tanto tenia la pequeña idea de a donde dirigirme, si las pocas enseñanzas que habia aprendido en Karr habían sido muy grandes para mi, entonces mantendría esa parte para mi pero de igual manera visitaría Artae, tenia una pequeña esperanza de que aprendería algo al menos lo suficientemente valioso como para poder restarle a mi viaje meses y regresar mucho antes de lo esperado.


Asi que habia tomado mi camino hacia el sur, donde se suponía estaba ese territorio tan odiado por todas nuestras hermanas y yo por el momento no sabia que pensar, me mantenía apegada a lo que me habían enseñado pero en Karr habia aprendido a no ser tan pre juiciosa, tal vez me llevara una sorpresa o solo me terminara de convencer por eso mismo y seguir mi camino?, no lo sabia del todo, por eso mis expectativas tan altas, una ves mas me alineaba con el Rio Kish mas comenzaba a apartarme lentamente pues sabia que no podía seguirle por completo o de lo contrario terminaría en Euen como la vez pasada.


Este sentimiento de soledad.....supongo que algo de compañía no caería tan mal de vez en cuando....concéntrate Agatha tienes una misión que cumplir. , me reclame a mi misma al ultimo mientras seguía caminando, que me depararía en mi viaje?, tenia que asegurarme de volver y cumplir las expectativas de mis hermanas de lo contrario yo misma me consideraría una desterrada de Nuren, ese pensamiento extremo me causo cierto escalofrió pues no quería que eso pasara, solo seguía caminando, esperaba que al ver una montaña esta fuera por así decirlo el aviso de que ya habia llegado a Artae.

Por fin había dejado las inmediaciones de Nurén. Detestaba ese lugar, verde, lleno de flores, y que apestaba a perfumes por toda la cantidad de árboles y plantas en flor que había en el lugar. Seguramente no sería para tanto, pero él, acostumbrado como estaba a los terrenos áridos de Roar, tenía el olfato hiperagudo en un terreno tan sumamente diferente a ese. Podría decirse que le saturaba los sentidos, y hasta se mareaba. Tendría que pasar semanas allí para acostumbrarse. Tanto quería largarse, que no se planteó usar su forma de dragón para sobrevolar el camino y dirigirse a las montañas de Artae. Acababa de terminar un trabajo en la zona de las niñas (como él la llamaba). Así que debía encontrar una posada lo antes posible para buscar otro encargo y estar ocupado.

Volaba muy bajo, para no perderse y poder ver el camino con total tranquilidad. Era consciente de que un dragón como él no era bien visto en Nurén, y podría encontrarse problemas, pero tenía tanta prisa por irse de allí, que le daba totalmente igual que le pudieran reconocer. Al sobrevolar los caminos, no le pasó desapercibida una mujer de pelo claro que parecía dirigirse a Artae también. Resopló por la nariz, echando humo, y por reflejo dejó que sus llamas vitales se congregaran en su espalda. No era la primera vez que estando en esa zona alguien se asustaba e intentaba regarlo... sí, regarlo, como una planta.

Pasó de largo, y sus ojos se posaron en una pequeña aldea fronteriza que parecía estar ya en la zona de Artae, pero por donde el camino entre Nurén y Artae pasaba. "Una posada. Perfecto. Es el típico pueblecito echo para descanso de viajeros y sacarles el dinero por el alojamiento... Pero al menos encontraré trabajo, seguro." Pensó, en lo que aceleraba el vuelo para llegar hasta la aldea lo más rápido posible.

Cuando llegó, volvió a forma humana aun en el aire, y cayó al suelo con la misma agilidad que podría tener un gato. Nadie se sorprendió al verlo, se notaba que era un lugar fronterizo. Estaban acostumbrados a todo tipo de viajeros. En la pequeña placita que tenía el lugar, localizó un tablón de madera con carteles colgados. Un tablón de anuncios. Perfecto. Buscó en su bolsa de viaje un cartel que él mismo había hecho, donde lucía la misma imagen que tenía tatuada en su espalda, y debajo, en letras grandes, rezaba "Mercenario a sueldo! Pregunte en la posada más cercana, no se lamentará." Y en letra más pequeña ponía "pago fragmentado por adelantado y al final del encargo." Era necesario especificarlo, a veces la gente se le iba por la tangente y no quería pagarle. Cogió un clavo que no estaba siendo usado y colgó su cartel en el tablón, publicitándose. Tras eso, dio un par de palmadas, satisfecho, y agarró su bolsa dirigiéndose a la posada. En lo que algún viajero venía y le contrataba, le daba tiempo a emborracharse tranquilo.

Y eso hizo. Alquiló una habitación en la posada "La ninfa borracha" y se quedó en la parte del bar, sentado a la barra, casi abrazado a una pinta de cerveza bien fresca, y bebiendo feliz en lo que esperaba al típico que le pusiera el cartel que él había colgado delante, exigiendo sus servicios.

holiwiii y explicación: